En el país del turismo por excelencia los visitantes son fundamentales. También para Cuenca, que mantiene a flote su economía gracias al impacto de los turistas en la facturación del sector hostelero y de la restauración. A menos de dos días del estreno de la “nueva normalidad”, el Parador de Turismo de Cuenca se afana en preparar su reapertura al público prevista para mañana jueves 25 de junio. Y es que la actividad hostelera conquense, detenida desde hace tres meses, vislumbra un futuro incierto pero esperanzador con la apertura de fronteras interprovinciales.
Mantener la distancia de seguridad y extremar las medidas de higiene y limpieza son los mantras que se repiten de manera inagotable desde que la Covid-19 llegó a nuestras vidas, más aun cuando se trata de establecimientos por los que pasan cientos de personas mensualmente. Por ello, el Parador de Turismo de Cuenca prepara sus instalaciones extremando todas las normas sanitarias, sin olvidar ningún detalle. “Hemos sido muy exigentes con las medidas de higiene. Antes de la pandemia ya las cumplíamos escrupulosamente y aún así, hemos extremado todos los controles”, asegura Juan Serrapio, director del Parador de Turismo de Cuenca.
Nuestro personal está muy formado y además, hemos implantado nuevos protocolos y productos de limpieza
Las habitaciones, el restaurante o la piscina volverán a estar ocupadas por personas llegadas de cualquier punto de la geografía española, de la provincia o incluso locales, dispuestas a descubrir los encantos de la ciudad y la oferta del Parador. En estos días previos, el trasiego de las camareras de piso, personal de sala, cocina y mantenimiento es constante para poner a punto todos los rincones. “Nuestro personal está muy formado y además, hemos implantado nuevos protocolos y productos de limpieza para garantizar la desinfección de todo tipo de superficies”, destaca Serrapio.
Las nuevas adaptaciones conllevan instalar en las zonas comunes corners (rincones) con gel hidroalcohólico y mascarillas para que los clientes puedan hacer uso de ambos al entrar al Parador y mientras dure su estancia. Además, la recepción contará con mamparas de protección en los mostradores y se evitará la entrega de documentos impresos, primando el check in y check out online.
En cuanto a los dormitorios, la papelería se ha eliminado y en su lugar se han colocado códigos QR que pueden ser escaneados con el teléfono móvil. “Estaba previsto implantar la modalidad digital antes de la llegada de la pandemia y esto nos ha servido para acelerar el proceso”, apostilla el director. Asimismo, el cliente encontrará los dispensadores precintados y el mando a distancia estuchado, incluso se llevará a cabo la desinfección con productos viricidas, y la ropa de cama y toallas serán lavadas a alta temperatura.
ESPACIOS GASTRONÓMICOS
El servicio más solicitado dentro de la oferta gastronómica de Paradores es su desayuno bufet que se mantendrá con ciertas limitaciones. Cada comensal encontrará en su mesa pinzas o tenazas individuales para retirar de las vitrinas lo que desee consumir, evitando el contacto con el resto de huéspedes. Como novedad, primarán las raciones individuales de bebidas, desaparecen las jarras comunes y las cartas serán desinfectadas antes de cada uso. Además, habrá una persona dedicada exclusivamente a controlar que todas las normas se cumplan.
En especial, el Parador de Cuenca destaca por su servicio de cenas, amenizado con música en directo y al aire libre. “Dar las cenas en el patio nos permite que todo sea más fácil. Por supuesto las mesas estarán separadas y tener músicos cada noche es un privilegio que pueden disfrutar nuestros huéspedes, pero también cualquier persona de Cuenca que quiera pasar una velada agradable y segura”, comenta Serrapio.
La recepción de materias primas siempre ha estado marcada por minuciosos exámenes, si bien es cierto que para evitar contagios las herramientas, superficies y uniformes se purificarán a diario.
SOLIDARIDAD Y OFERTA A SANITARIOS
Durante el periodo de confinamiento, el grupo Paradores donó material amenities (productos de acogida) que incluyen artículos de aseo personal al Hospital de IFEMA. Desde Cuenca enviaron alrededor de 200 kilos de productos para cubrir las necesidades de higiene de los ingresados.
Por otro lado, los productos de despensa y el excedente de alimentos han sido donados a la delegación de Cruz Roja en Cuenca. “Era un pena que se caducasen los productos y hay muchos conquenses que necesitan ayuda. Qué mejor que donar todo lo que teníamos”, comparte Serrapio.
En señal de agradecimiento al personal sanitario “que tanto admiramos y que tanto ha luchado por nosotros y nuestra salud” se ha desarrollado una tarifa especial para que puedan disfrutar de los hoteles y restaurantes de Paradores con un precio especial. Desde el 25 de junio hasta el 29 de diciembre podrán beneficiarse de una oferta especial de 75 euros que incluye alojamiento y desayuno para dos personas. Tan solo tendrán que mostrar su acreditación colegial o la del centro sanitario en el que trabajen y además, disfrutarán de descuentos en otros servicios de la cadena hostelera.
“Abrimos de nuevo y volvemos a lo grande”, asegura Serrapio, y con un juego de palabras entre el nombre y el logotipo de Paradores lanzan la cuarta campaña de “Veraneadores”. Plan que pretende incentivar el turismo y que, en especial, en Cuenca “ofrece un descuento importante en el precio habitual”.
Por ahora las reservas avanzan en positivo, “los clientes están respondiendo bien” y en especial los fines de semana prevén el aforo esté completo. A falta de menos de una semana para que el Parador de Cuenca recobre su viveza habitual, todo está listo para reencontrarse de nuevo con sus clientes.
