Las novelas gráficas como excusa para hablar de nosotros mismos, de nuestras emociones, de nuestras preocupaciones, de nuestras experiencias. Con este punto de partida echaba a andar a finales de marzo el Club Juvenil de Lectura de Cómic Social ‘Teveo’, promovido por la Facultad de Trabajo Social de Cuenca junto con la Biblioteca Solidaria y en colaboración con la Biblioteca Pública Fermín Caballero de la ciudad.
La nueva propuesta, que está dirigida a chavales de entre 13 y 17 años, busca, a través de la lectura de cómics –un formato que suele resultar atractivo para los menores–, con temática social, fomentar el bienestar socioecomocional de los jóvenes en general pero sobre todo de aquellos que son más vulnerables debido a sus trayectorias vitales.
Por ello, se ha difundido la iniciativa por entidades que trabajan con menores que están atravesando situaciones complicadas como la Delegación de Bienestar Social, Aldeas Infantiles, Colabora, ACCEM, la Fundación Secretariado Gitano, el Área de Intervención Social (AIS) del Ayuntamiento de Cuenca y Cruz Roja, entre otras.
No obstante, está abierto a la participación de cualquier joven, destaca Manuel Maldonado, profesor de la Facultad de Trabajo Social y coordinador del proyecto, que en un principio está previsto que se prolongue hasta el verano aunque la intención de los organizadores es convertirse en una actividad estable y permanente a lo largo del tiempo.
“La idea es que, a través del análisis de los personajes de las obras hablemos de nosotros mismos, de nuestras emociones”,
Los encuentros del Club Juvenil de Lectura de Cómic Social ‘Teveo’ tienen lugar los jueves, de 18:30 a 20:00 horas, en la Biblioteca Pública Fermín Caballero de Cuenca. “La idea es que, a través del análisis de los personajes de las obras que leemos, hablemos de nosotros mismos, de nuestras emociones”, indica el responsable del club.
Porque otros de los objetivos de este club con finalidad social son ayudar a los jóvenes a controlar impulsos y a la gestión emocional ante los contratiempos que puedan surgir en la vida, así como incrementar y fortalecer las relaciones interpersonales con el fin de crear redes de apoyo social, y dotar de sentido a las experiencias vitales –valores y creencias– en clave de resiliencia.
El club juega un doble papel dado que se plantea también como propuesta de intervención para el alumnado del laboratorio de prácticas de tercer curso de Trabajo Social. En el club están participando así diez estudiantes, además de una decena de menores que acuden regularmente a las sesiones, aunque en alguna de ellas se ha llegado hasta los 16.
La dinámica del club es la lectura grupal de un cómic, que ha sido seleccionado atendiendo a los intereses y características de los chavales participantes. Posteriormente y a lo largo de diferentes sesiones, se va analizando la obra y los personajes en una puesta en común que busca que los jóvenes se expresen con libertad. Asimismo, también se desarrollan diferentes actividades como la creación de finales alternativos y de murales o se llevan a cabo juegos de roles, entre otras.
Escuchando las aportaciones de cada uno de los miembros, el grupo aprende y puede reformular sus historias de vida generando así un conocimiento colectivo con la excusa de los cómics, que se convierten en “disparadores de historias e incitadores a la reflexión”. La lectura busca así ser espejo (reflejo de las experiencias de los participantes), ventana (se conocen las de otros) y puerta (apertura hacia los otros) para dar sentido a las vidas de los integrantes.
Los promotores del club han seleccionado una primera batería de 39 cómic, que servirán de apoyo a las intervenciones socioeducativas y que abordan historias de maduración que están protagonizadas por adolescentes en búsqueda de reconocimiento y que se enfrentan a diversas situaciones problemáticas con diferentes estrategias, unas negativas (como la rabia, la agresividad y las emociones internas) y otras que son eficaces, (como la gestión emocional, las redes de apoyo social, la aceptación y dar sentido a la vida). El objetivo final es que se produzcan cambios personales y sociales, señala Maldonado.
OBRAS SELECCIONADAS
Algunos ejemplos de las obras seleccionadas en el club se encuentran Stitches. Una infancia muda (2010), de David Small; Tu futuro empieza aquí (2017), de Isaac Rosa y Mikko; Cuéntalo (2018), de Laurie Halse Anderson y Emily Carroll, y Coraje (2020), de Raina Telgemeier, entre otras muchas propuestas.
Por el momento, el club ha arrancado con la lectura de Harley Quinn (2020), de Mariko Tamaki y con ilustraciones de Steve Pugh. Esta novela gráfica es un relato superheroico que reinterpreta los orígenes de Harley, la psicópata-asesina pareja del Joker. Una chica de 15 años procedente de una familia monomarental, rebelde, fuerte, excéntrica e insegura que se va embarcando en varias luchas sociales contra, por ejemplo, la gentifricación, la mercantilización, los machismos, el racismo y el clasismo.
Pero al contrario que los personajes de otras obras que se tienen previsto abordar en este club con finalidad social, en este caso, a la protagonista le preocupa más bien poco encajar en el instituto y va madurando a través del autodescubrimiento.
El club también se plantea como una actividad para el alumnado del laboratorio de prácticas de tercer curso del Grado de Trabajo Social con el fin de que aprendan en vivo y en directo a intervenir con personas similares
EN EL CORAZÓN DEL CLUB
“¿Alguien sabe quién es Harley?”, pregunta el profesor Maldonado a los participantes en una de las sesiones del club, en la cual se adentra Las Noticias de Cuenca. La mayoría no tienen ni idea de quién es el personaje aunque una joven muy participativa parece conocerlo todo sobre la controvertida protagonista. “Tenía una relación con Joker que era más tóxica que Chernóbil”, dice entre risas.
“Me parece alucinante este taller”, añade la menor, amante de los cómics y que también espera de esta actividad que le ayude a conocer gente, justo uno de los objetivos del club, que busca ayudar a la creación de redes de apoyo.
En cuanto al alumnado universitario, para Verónica, aficionada al manga, esta propuesta de intervención les ayudará a prepararse para el futuro. “Mucho aprendizaje y nos sirve para quitarnos el miedo”, indica mientras que el coordinador intenta explicar a los jóvenes qué es un casete que aparece en el cómic. Como si les hablara del Pleistoceno...
