El borrador del informe que están elaborando los técnicos municipales para solucionar el problema de orugas que desde hace años arrastra el colegio de Fuente del Oro incluye la tala de todos los pinos existentes en el patio de Infantil, el más afectado por una plaga que esta primavera ha sido especialmente importante, causando picores y alergias a numerosos alumnos del centro y llevando a sus padres y madres a movilizarse.
Se prevé, no obstante, plantar en sustitución de los pinos, a lo largo de tres o cuatro años, otro tipo de árboles “que no produzcan molestias”, como especies arizónicas.
También, el informe aboga por construir una pérgola de madera y pavimentar el arenero existente, que se dotará de caucho como el suelo que hay anexo a él.
El borrador, asegura el concejal de Servicios a la Ciudadanía, Pedro J. García Hidalgo, se ha tomado tras analizar, entre otras cosas, los problemas de muchos de estos pinos, que están inclinados y corren el riesgo de caerse, y la suciedad que originan al posarse en ellos palomas y otros pájaros que desde ellos realizan sus excrementos, los cuales caen al patio.
Eso sí, según Hidalgo, el técnico municipal entiende que el colegio necesita una actuación “de calado”, que no sería solo de mantenimiento, de modo que podría no tener que ser competencia del Ayuntamiento, sino del Gobierno regional, a quien se remitirá el informe definitivo para ver “si está dispuesto a colaborar en la solución y a participar en la toma de decisiones”.
García Hidalgo contestaba en el último pleno así a un ruego de Izquierda Unida, partido contrario a la tala de los pinos del patio del colegio, pues a su entender los árboles “no tienen la culpa de la pasividad del equipo de gobierno respecto a la procesionaria”.
El presidente de la asociación de vecinos del barrio, Antonio Gómez, también se ha mostrado en varias ocasiones totalmente en contra de una tala de pinos, una medida que a su entender vendría a ser “como talar todos los chopos para que no haya pelusas”. Hace hincapié en que los pinos son anteriores a la construcción tanto del barrio como el colegio, hace ya más de 30 años, y considera que se debería apostar por prevenir la aparición de la procesionaria con tareas preventivas de fumigación.
