El Teatro Auditorio de Cuenca ya lleva el nombre de José Luis Perales. “Es un día muy especial e importante para mí”, ha subrayado un emocionado artista durante el acto de inauguración, en el que no ha dejado de repetir “gracias” todo el tiempo.
Rodeado de autoridades y ante la mirada de algunas admiradoras del artista -quienes han logrado robarle un autógrafo o una foto-, apenas unos minutos después de las doce del mediodía se ha retirado la gran lona que cubría el nombre del Teatro Auditorio de Cuenca, ahora ya denominado ‘José Luis Perales’.
En un acto posterior celebrado en el interior del Teatro Auditorio -que ha sido conducido por el cronista oficial de la ciudad, Miguel Romero- el compositor castejonero, de negro riguroso, ha recordado que sintió “una gran emoción” cuando el alcalde de la capital, Darío Dolz, le llamó para comunicarle que el espacio llevaría su nombre, una decisión que fue aprobada en pleno por unanimidad en febrero de 2020 y que le hace “muy feliz”.
Una emoción que ha dejado entrever en varios momentos del acto, como al recordar una ciudad, Cuenca, en la que vivió “tantos años y con tanta felicidad”, y rememorar aquellos “amaneceres” en los que regresaba a su casa del Casco Antiguo tras un concierto, destacando especialmente la inspiración para la música que encontraba en su estudio, con vistas a la hoz del Huécar.
“La música es mi vida. Creo en el efecto mágico que provoca”, ha resaltado, considerando que todos hemos recurrido a ella en algún momento para curar las heridas del alma. Una música que, en sus palabras, necesita “calma” para poderla disfrutar y navegar a través de ella, algo en lo que ha asegurado que Cuenca es afortunada.
“Gracias a todos”, ha resumido con la voz quebrada durante una intervención interrumpida en varias ocasiones por numerosos y fuertes aplausos.
Posteriormente y a preguntas de los medios, el cantante también ha hablado de la despoblación, señalando que espera que la ley sobre el reto demográfico pueda hacer que los pequeños municipios vuelvan a ser “lo que han sido siempre”. “Ya no hay vida. Eso es lo que duele de nuestros pueblos”, ha lamentado.
Además de su mujer y de sus hijos, Pablo y María, en el acto también han estado presentes algunas de sus más íntimas amistades. “No he sido un hombre de muchos amigos”, ha reconocido. Eso sí, ha asegurado que han sido “fieles”.
El artista, que va a comenzar el próximo mes su gira ‘Baladas para una despedida’, con la que recalará el 21 de agosto en Cuenca, ha celebrado que a sus conciertos vayan también los hijos de los que iban antes a sus actuaciones. Todos le cuentan lo mismo: que llevan escuchando sus canciones desde niños gracias a sus padres. Asimismo, ha celebrado la acogida que está teniendo la venta de entradas para el concierto en la capital conquense, lamentando que no haya más espacio para que pueda ir más público.
El autor de éxitos como ¿Y cómo es él? y Un velero llamado libertad, entre otros muchos, ha concluido su intervención prometiendo fidelidad a Cueca, asegurando que seguirá haciendo patria de ella por donde vaya.
“Los conquenses sabremos devolver todo lo que nos has dado”, ha dicho por su parte el alcalde de la ciudad, quien le ha hecho entrega de una cerámica del conquense Adrián Navarro.