Las “chapuzas” para arreglar provisionalmente aceras levantadas parecen ya una constante en la forma de intervenir en la ciudad de los servicios municipales de obras y servicios que no gusta en absoluto a los vecinos.
La pasada semana, quienes levantaban la voz eran los vecinos de La Paz, que denunciaban que unos trabajos de rehabilitación y arreglo de varias aceras del barrio, que lleva toda la legislatura reclamando su reforma, se han realizado de forma “vergonzosa”, al haberse rellenado los huecos donde no hay baldosas con cemento “en vez de poner baldosas nuevas”. Incluso, advertían de que junto al citado cemento se han dejado baldosas rotas, por lo que califican la intervención de “chapuza”.
En un comunicado, los vecinos de La Paz exigían así al Ayuntamiento un cambio en su forma de actuar en las calles y “que se tome en serio las necesidades de nuestro barrio”.
Quienes esta semana han denunciado una acción similar han sido los vecinos de Casablanca. En concreto, denuncian que una semana después de que el servicio de aguas reparara una avería en la calle Diego Jiménez no se hayan repuesto las seis baldosas que se tuvieron que levantar para acometer los trabajos y el agujero dejado por las anteriores haya sido cubierto con arena y guijo.
Aunque se trate de una medida provisional, advierten de que resulta peligrosa para los peatones, y de hecho denuncian que ya se ha producido al menos una caída. Además, al ser pisada por los peatones, la arena se está esparciendo por toda la calle, ensuciándola sobremanera.
“Reponer las baldosas tiene que costar el mismo trabajo que lo que han hecho, que ensucia la calle y da mala imagen. Esperamos que las repongan lo antes posible”, señala la presidenta de la asociación de vecinos, Mari Carmen Checa.
En La Paz califican de “vergonzosa” la reforma de varias calles del barrio en las que sus antiguas baldosas han sido sustituidas por cemento
PARCHEADO QUE SE ALARGA
En una situación parecida a la de La Paz se encuentra, desde hace por lo menos medio año, una de las aceras de la plaza de los Carros, frente al restaurante Piccolo y en las inmediaciones de la redacción de Las Noticias. Las baldosas se levantaron para acometer unos trabajos de mejora de la red y en vez de reponerlas se puso cemento encima. Se trata además de una zona de acera totalmente desnivelada, que da la impresión de estar hundiéndose.
BALDOSAS DE MALA CALIDAD
Antonio Gómez, presidente de los vecinos de Fuente del Oro y miembro de la ejecutiva de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cuenca (Favecu), entiende que echar cemento en el hueco de las baldosas no es la mejor solución desde el punto de vista estético, sobre todo por el cambio de color que se produce, aunque sí considera que, en determinadas zonas, puede resultar más práctico, sobre todo porque es más resistente que algunas baldosas, como las de las acera que comunican el parque de Los Moralejos con los institutos, donde “no puede ser que aguanten tan poco sin romperse”, fruto a su entender de su mala calidad y del complejo clima de Cuenca, “con cambios bruscos de temperatura”, así como de la sal que se echa ante las previsiones de nieve. “Todo las afecta y hace que se rompan si no tienen la suficiente calidad”.
Gómez entiende así que lo suyo sería que los técnicos eligieran unas baldosas resistentes y que, en caso de rotura, estas fueran reemplazadas con celeridad. Algo esto último que considera que sí se hace en zonas del centro como Carretería pero no tanto en los barrios. Cita así la Avenida de la Cruz Roja y la ya señalada acera de la Gerencia de Urbanismo, donde “muchas se mueven desde hace tiempo sin que nadie las cambie”. Esta última es además utilizada cada día por cientos de estudiantes que acuden o regresan de los institutos o de la Universidad y corren el riesgo de tropezar, de torcerse un tobillo y, en los días de lluvia, de empaparse en el caso de pisar alguna de estas baldosas y resultar salpicados.
Enfrente de la Gerencia hay además una valla rota que lleva semanas sin ser repuesta, con un cordón provisional. Y varios trozos de baldosas rotas de dimensiones importantes que algún vándalo podría en cualquier momento coger y utilizar para hacer con ellas un estropicio.
BALDOSAS SUCIAS
Del mismo modo, son muchas las baldosas que, al no haberse cambiado desde hace años y/o no limpiarse lo suficiente con baldeos de agua, presentan un aspecto sucio, en algunos casos con chicles pegados, en otras con manchas oscuras. A este respecto, hay que recordar que en junio del pasado año el Ayuntamiento presentó una máquina quitachicles que permite su extracción de las aceras pero se trata de una labor muy lenta, pues hay que ir extrayéndolos uno a uno, tarea en la que a los operarios se les van entre 20 y 30 segundos por unidad. Y en un primer momento la idea de la empresa adjudicataria de la limpieza era centrarse en las calles del Casco Antiguo, más visitadas por los turistas.