Máquinas de ozono, lámparas UV o purificadores de aire son algunos de los artefactos que se están utilizando en la lucha contra el SARS-CoV-2, virus desencadenante de la Covid-19. Pero ¿son realmente útiles para este cometido? La farmacéutica y divulgadora belmonteña Marian García, conocida como Boticaria García, es rotunda: “El Ministerio de Sanidad ni ninguna autoridad sanitaria aprueba estos dispositivos como eficaces frente al coronavirus. No hay ninguna evidencia”.
“Los bulos, a veces, quedan en anécdota. Pero estos son estafas, comprometen la seguridad y el Ministerio de Sanidad debería actuar”, considera Boticaria García, que ha difundido un vídeos en sus redes sociales aclarando la efectividad de estos dispositivos.
La divulgadora reconoce a Las Noticias de Cuenca que hay “una pata de realidad en todos” y pone como ejemplo “las máquinas ultravioleta que tiene el ejército, el famoso Atila, y que hay en hospitales y clínicas pero que pueden costar entre 60.000 y 160.000 euros y llevan un mantenimiento específico. Llevan ultravioleta C, que es una radiación que es peligrosa para el ser humano”.
Así, considera que las personas no pueden tener un aparato ultravioleta C en su casa porque entrañaría muchos riesgos.
“Creo que es importante que la gente lo sepa, que todos los cacharritos que están vendiendo, como las tostadoras para teléfonos o las bandejas donde se meten cosas, todo eso no mata el virus. Y eso puede hacer que lo metas ahí y no lo limpies”, explica.
“A mí también me preocupa mucho el tema de las máquinas de ozono porque me consta que en Cuenca también se están poniendo en muchos establecimientos y farmacias. El Ministerio de Sanidad también ha alertado de que no hay evidencia de que puedan ser eficaces”, recalca.
En esta línea, apunta que la eficacia del ozono se está investigando y “todavía no está demostrada frente al coronavirus” y puntualiza que, en el caso de que fuera eficaz, a la potencia a la que podría matar al virus, tendría que ser manejada por un profesional.
“Estas máquinas ya se utilizaban antes para acabar con los malos olores. Hay que pensar que si el ozono es oxidante, a las dosis a las que mata el virus, también es dañino para tus células en general. Vamos a ser serios: si es muy bajo, al virus no lo mata, y si es muy alto, puede ser peligroso. Son máquinas para profesionales que nos van a dar una falta sensación de seguridad y lo que no me gustaría es que hubiera locales de primera y de segunda, que alguien vaya a un bar porque tienen la máquina”, critica. “Si lo tiene, que no se relaje con la limpieza, y que no lo utilice para decir ‘soy mejor’. No, a ti te han estafado”, añade.
Respecto a los que están poniendo ozono de flujo continuo, “a esas dosis no vale para nada”.
Pero, además, aclara que tampoco se ha demostrado que las máquinas para profesionales sirvan frente al coronavirus. “Y, si lo fueran, luego deberían ir con sus mascarillas a medir cuál es la concentración en el ambiente para asegurarse de que pueden entrar los clientes”, matiza.
“Tú no lo puedes medir porque no tienes los aparatos. Es irresponsable hacer que la gente compre estos dispositivos porque pueden ser peligrosos, como ha dicho el Ministerio de Sanidad”, destaca.
En cuanto a los purificadores de aire, “dentro de lo que cabe, es la opción menos peligrosa porque no generan ozono ni radiaciones. Pero no sirven para nada”. “El aire no es la vía principal de transmisión del virus. Tú tienes un purificador en tu local pero si la gente no guarda la distancia de seguridad y uno estornuda, se lo va a pegar al otro igual. Si tú no limpias las superficies, los mostradores… el purificador no limpia el virus que se ha quedado encima de la barra. No sirven para prevenir el contagio. La vía principal es por gotículas, por exhalaciones, por estornudos, por superficies y eso un purificador no te lo quita”, puntualiza.
Además, también alerta del “impacto ambiental” que supone que todo el mundo instale aparatos “sin tener ninguna evidencia”.
"CLASISMO" ENTRE ESTABLECIMIENTOS
Recalca igualmente que le parece “injusto” que se establezcan categorías y “clasismos” entre los establecimientos que dispongan de alguno de estos dispositivos. “Si fuera una medida eficaz, igual podría tener sentido. Pero cuando no se ha demostrado que lo sea… me parece mal y me preocupa”, subraya.
En esta línea, apunta que las pequeñas empresas que ya lo están pasando bastante mal económicamente sobreviviendo como pueden y el dinero empleado en estos artefactos les vendría “muy bien” para otra cosa.
Así, recuerda que las medidas son las que ya todo el mundo sabe: limpiar con los productos de la lista de virucidas del Ministerio de Sanidad. “Para usuarios, básicamente son desengrasantes, desinfectantes tipo Sanytol, lejía... Tenemos suerte porque es lo más barato. Sí es más engorro pero esto no es tan fácil como darle a un botón y acabar con la Covid-19. Si fuera así, igual no estaríamos como estamos”, recalca.
“Hay que alertar para que la gente no se aproveche del miedo, que es legítimo, para la estafa y el timo”, concluye.