Solemnidad y mucho público en el traslado del Cristo de la Vera Cruz
— Cuenca tiene ganas de Semana Santa, y así lo ha demostrado este domingo con una abultada presencia al paso del Santísimo Cristo de la Vera Cruz en su solemne traslado a la Catedral.
La Muy Ilustre y Venerable Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Vera Cruz ha regalado un extra de belleza sobria al final de la Cuaresma con un solemne traslado con mucha participación de sus hermanos, entre los que había muchos niños.
Los conquenses han salido a la calle con respeto y fervor, flanqueando en silencio el recorrido del Cristo de la Vera Cruz, que aguarda ya su cita con la noche del Lunes Santo, en la procesión penitencial de las Siete Palabras.
El cortejo partía puntual a las cinco de la tarde desde la iglesia de San Pedro y Santiago, sede canónica de la Hermandad, donde ya esperaba un nutrido grupo de personas que se ha ido engrosando a lo largo del recorrido, en el que se ha cuidado hasta el último detalle ceremonial con gran solemnidad.
Desde la calle de San Pedro y accediendo a la Ronda de Julián Romero por el pasadizo contiguo a la parada de autobús, la imagen alcanzaba la Plaza Mayor acompañada por mucho público.
Respecto y silencio al paso del Cristo De la Vera Cruz, solo roto por el sonido del tambor velado y la campanilla del reo de muerte que ya presagia lo que ha de venir.
En el recorrido se han realizado cinco paradas para el rezo de las Cinco Llagas, que han servido también para el relevo de los banceros. Puntual en tiempo, la cabecera alcanzaba la catedral donde esperaba mucho público en una tarde en la que las altas temperaturas han invitado a salir a la calle.
Con la misma solemnidad que salía de su sede el Cristo de la Vera Cruz, reposa ya al templo catedralicio donde ya espera la procesión penitencial de las siete palabras que invita a Cuenca a una reflexión de fe.
