La Asociación de Padres y Amigos del Sordo de la Provincia de Cuenca (ASPAS), que aglutina a unas 60 familias, ha tenido que reinventar su actividad para continuar ofreciendo durante el confinamiento los servicios que presta habitualmente de logopedia, atención a las familias y asesoramiento laboral a sus asociados, que ahora de forma online.
“Estamos en contacto continuo con las familias para que los chicos sigan teniendo su rehabilitación”, explica la presidenta de ASPAS, María José Mondejar, que reconoce que al principio de estallar la crisis desatada por la Covid-19 tuvieron que parar porque las familias también tuvieron que adaptarse a la situación según sus circunstancias personales pero ahora el colectivo ha retomado ya la actividad.
“El servicio de logopedia sigue funcionando con cierta normalidad, dentro de lo que permite la situación”, apunta. Así, la logopeda se conecta con los niños más mayores y los adultos a través de plataformas como Skype o Zoom para guiarles en la rehabilitación.
En el caso del servicio de atención temprana, que atiende a los niños más pequeños, se está en estrecho contacto con las familias, a las que se les envía material y pautas para que puedan trabajar desde casa.
Mondéjar precisa que el servicio de atención temprana de ASPAS atiende a una decena de niños de hasta seis años. Además, el colectivo asesora también a unos 30 usuarios de a partir de esa edad.
Algunos padres también piden a la asociación apoyo escolar, sobre todo para la comprensión de textos, cuenta la presidenta de ASPAS.
Para continuar con la rehabilitación durante el confinamiento, es fundamental la implicación de las familias, que tienen que sacar un rato al día para trabajar con sus hijos el material online que se les envía.
Nayra, una usuaria de tres años con un implante coclearNayra, una niña de Cuenca de tres años y que lleva un implante coclear, es uno de los usuarios atendidos durante estos días en el servicio de atención temprana. “Lo lleva bastante bien. Seguimos trabajando con las pautas que nos va marcando su logopeda. No podemos hacer sesiones online porque es muy pequeña y no las aguanta pero sí que de vez en cuando la llamamos por videollamada para hablar un ratito con ella”, cuenta su madre, Tamara González.
Además de los servicios de logopedia, en ASPAS también ofrecen atención a las familias y asesoramiento laboral para la búsqueda de empleo.
Mondéjar espera que puedan reanudar su actividad lo antes posible aunque recalca que tendrán que tener “mucho cuidado porque es una atención muy personalizada”. De todas maneras, apunta que dejan a decisión de los padres si quieren que sus hijos vuelvan a la rehabilitación a la sede de ASPAS o prefieren seguir desde casa durante un tiempo por precaución.
La pandemia también ha traído otra consecuencia para las personas con discapacidad auditiva ya que las mascarillas impiden que estas puedan leer los labios, lo que se convierte en una auténtica barrera para la comunicación.
Como solución a este problema, nació una iniciativa para elaborar mascarillas con una parte transparente para facilitar la lectura labiofacial a las personas con hipoacusia pero Mondéjar hace hincapié en que no está demostrado que este diseño ofrezca todas las garantías frente al contagio. “Lo primero que tienen que ser es seguras”, recuerda, insistiendo en que no se recomiendan.
Además de las mascarillas, las mamparas en los mostradores en los establecimientos van a hacer también "muy dificultosa la comunicación para las personas sordas". "Lo ideal sería que se instalaran bucles magnéticos, como ya había anteriormente en algunos supermercados, bancos e instituciones públicas como Policía Nacional o Subdelegación del Gobierno", solicita.