El Servicio de Aguas digitaliza la red para su control en tiempo real
La red de distribución de agua de Cuenca y sus pedanías está formada por unos 200 kilómetros de tuberías, que abastecen a los más de 50.000 vecinos y empresas que habitan la capital. El agua, que proviene principalmente del manantial de Royo Frío, llega hasta los diferentes depósitos a través de una red de canalizaciones.
En estas instalaciones, y antes de pasar a la red de abastecimiento, el agua es tratada para que sea apta para el consumo. Todo este trabajo siempre está supervisado por el personal del Servicio Municipal de Aguas, encargado del mantenimiento de las instalaciones de la red de abastecimiento.
El servicio está coordinado por Juan Cañas que, junto a otros 16 trabajadores, velan día tras día por el correcto funcionamiento de la red. Una ardua tarea que, desde hace unos meses, se lleva a cabo con más facilidades. Y es que, el Ayuntamiento de Cuenca, gracias a una subvención proveniente de fondos europeos, ha comenzado a digitalizar partes de la red de abastecimiento para conocer en tiempo real el estado de la misma.
De este modo, en una de las salas de las instalaciones del servicio hay una gran pantalla donde gracias a la Smart City, los técnicos municipales ya tienen controlado en tiempo real el estado de los diferentes depósitos de la capital y las pedanías, se puede saber los niveles de cloro y turbidez del agua segundo a segundo sin necesidad de desplazarse hasta los mismos y, además, se pueden encender o apagar los diferentes motores que bombean el agua desde el manantial de Royo Frío para el llenado de los diferentes depósitos.
Esto está permitiendo, respecto a la figura del celador (la persona encargada de vigilar y controlar las aguas) que, durante el turno de noche, cuando hace las visitas a lo depósitos (ubicados en San Pedro, Cerro Molina, Villa Román, Dehesa Santiago y polígono SEPES) ya no tenga que hacer una visita tan exhaustiva.
“Nos está ayudando mucho a la hora de trabajar”, asegura Juan Cañas, y es que en la actualidad hay cinco celadores en plantilla y la digitalización de los depósitos está facilitando la labor que hacen.
La digitalización ha facilitado agilizar trabajos como las visitas a los depósitos en horario nocturno
Con esta digitalización, de momento, está implementada en los parámetros más importantes, como el nivel de cloro en los depósitos de la capital o la altura del agua en cada uno de ellos. “De unas 500 medidas que podríamos tener, podemos ver en tiempo real unas 100”, destaca Cañas.
Además, cada uno de los depósitos de la capital están unidos entre sí, y también se han digitalizado las válvulas para cerrarlas o abrirlas de forma telemática cuando así lo estimen necesario desde el servicio de aguas.
La instalación de los diferentes sensores la ha llevado a cabo Servinet y ha tardado unos nueve meses. Los datos son visibles ya desde este verano en la pantalla disponible en la nueva sede del servicio municipal de aguas y ha supuesto un gran beneficio para todos ellos. “Trabajamos a turnos las 24 horas al día, y estos automatismos nos permiten ver más rápido cualquier tipo de avería que pueda producirse”, subraya Cañas.
Por ejemplo, en cuanto a las pedanías (donde los celadores acuden presencialmente dos veces por semana) si vieran que un depósito está al 60% y en un par de horas ha bajado al 40% ya saltan las alarmas y los empleados pueden buscar la solución lo más rápido posible sin tener que esperar a que llame algún vecino quejándose por la falta de presión o de suministro. Así, estos sensores ya están permitiendo que las averías no lleguen a afectar al ciudadano”.
De cara a futuro, se quiere seguir potenciando la digitalización para conectar más actuadores e incluso automatismos para llenar o vaciar los depósitos de forma telemática. Para ello se va a solicitar las subvenciones correspondientes al PERTE del Agua de los fondos de Recuperación, Transformación y Resilencia. También se quieren implementar los contadores digitales para que cada vecino sepa cuánta agua está consumiendo en tiempo real.
El Servicio Municipal de Aguas se ha trasladado a unas nuevas instalaciones junto al parque de Bomberos y el recinto ferial
A parte del sistema digitalizado de información sobre la calidad del agua y los depósitos, desde este verano el Servicio Municipal de Aguas también goza de unas nuevas instalaciones. Se ubican en una nave municipal justo en frente del parque municipal de Bomberos que antes eran del Servicio de Limpieza.
Abandonaron las instalaciones históricas junto a la Biblioteca del Estado Fermín Caballero, en la calle Luis Martínez Kleiser, porque dada lo céntrico que estaban situados, a la hora de hacer diferentes reparaciones se generaban ruidos que molestaban a los vecinos. Al mismo tiempo, cuando iban camiones grandes a descargar diferentes elementos, muchos tenían que hacer maniobras que condicionaban la circulación en el entorno.
“Necesitábamos espacio para ubicar todo nuestro material y herramientas y trabajar sin generar complicaciones al entorno”, destaca el coordinador del Servicio Municipal de Aguas, quien con todo el material actual se cubren las necesidades diarias tanto de mantenimiento preventivo como reparaciones urgentes. También hay una zona de taller donde, por ejemplo, se reparan fuentes ornamentales.
Esta nave, inaugurada en junio, se ha adecuado “gracias a lo mañosos que son mis compañeros del servicio”, destaca Cañas, que si bien el Ayuntamiento ha destinado recursos propios como personal de electricidad, muchas de las labores las han ejecutado los propios trabajadores municipales.