Hacer que el senderismo y las actividades de montaña sean accesibles para personas con movilidad reducida en los entornos naturales de la capital conquense es el objetivo principal del proyecto ‘Senderos inclusivos’, desarollado por la conquense Cristina Medina dentro de la convocatoria de 2021 del Programa Semillas del Ayuntamiento de Cuenca. Una de las nueve propuestas que han terminado el proceso formativo que ofrece esta convocatoria a la que inicialmente se presentaron 18 propuestas de las que fueron seleccionadas 13 finalmente.
Para ponerlo en marcha es imprescindible adquirir una silla Joëlette que, con una sola rueda, permite a cualquier persona con movilidad reducida o con discapacidad practicar estas actividades con ayuda de dos acompañantes que se encargarán de garantizar la estabilidad del soporte dependiendo de la pendiente y el suelo por el que transiten.
Así, el acompañante trasero asegura el equilibrio de la Joëlette y el acompañante delantero se encarga de la tracción y dirección. Además, otra de sus ventajas es que ocupa muy poco espacio porque es fácilmente plegable y puede transportarse con facilidad en el maletero de cualquier vehículo.
Una idea que ya se ha desarrollado en otras provincias de España pero que es la primera vez que se intenta poner en marcha en la provincia de Cuenca y en Castilla-La Mancha. Eso sí, Cristina está en busca de apoyos porque es necesario contar con los materiales, además de la silla, y la formación necesaria para saber ‘pilotarla’. “Esto debe ser una colaboración entre todos, entre entidades públicas, privadas y los ciudadanos porque ayudaremos a las personas con movilidad reducida a descubrir sitios en los que jamás hubieran pensado estar”, asegura Medina.
Por ahora, Cristina Medina se está formando para más tarde poder enseñar la mecánica a otras personas interesadas en sumarse a esta iniciativa. Conocimientos que no son del todo nuevos para ella pues está graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y se ha especializado en deporte adaptado.
TURISMO INCLUSIVO
Sin embargo, su idea no queda ahí sino que propone conjugar las actividades accesibles con hoteles y restaurantes adaptados porque ¿de qué sirve tener la silla Joëlette si esas personas después no pueden alojarse durante un fin de semana o pasar a un restaurante con facilidad?
El precio de la silla Joëlette se eleva hasta los 4.000 eurosLa silla Joëlette, de momento, solo se fabrica en Francia y Suiza, aunque “hay algunas empresas españolas que están empezando en esto”, asegura Medina.
Sin embargo, el coste asciende hasta los 4.000 euros y está a la espera de conocer la dotación económica que entrega el Programa Semillas a cada uno de los participantes para si no es suficiente poner en marcha una campaña de crowfunding, generar patrocinios o convenios de colaboración con empresas y entidades de la provincia de Cuenca.
Y es que, la idea es tener cuantas más sillas mejor para que el mayor número posible de personas con discapacidad o movilidad reducida puedan hacer actividades en entornos naturales.
Eso sí, si no consigue todos los apoyos necesarios, Cristina no quiere rendirse y ya baraja la posibilidad de alquilar el material por días para empezar a dar visibilidad a la propuesta o pedirlo prestado a asociaciones, parques naturales, clubes alpinos o autoridades públicas de otras partes de España que ya cuentan con una o varias de estas sillas para que salir de excursión al aire libre sea un simple placer y accesible a todas las personas.
