La espera ha sido larga pero la devoción ha vuelto de nuevo a las calles de Cuenca con la emoción contenida de dos años de ausencia debido a la pandemia. La esperada Semana Santa conquense 2022 ha arrancado este Domingo de Ramos con la primera de las procesiones que se celebrarán a lo largo de los próximos días: el desfile del Hosanna, que escenifica la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
Los conquenses han respondido con fervor a la cita, congregándose a lo largo del recorrido del cortejo procesional, que también ha contado con una gran participación nazarena y que partía a las nueve y media de la mañana de la iglesia de San Andrés en una salida muy concurrida después de que el presidente de la Junta de Cofradías de Cuenca, Jorge Sánchez Albendea, y el Hermano Mayor de la Venerable Hermandad de Jesús entrando en Jerusalén y Nuestra Señora de la Esperanza llamaran a las puertas de la parroquia. Antes de salir el desfile del templo, se ha rendido un emotivo homenaje en recuerdo de Edu Zafra.
Acompañando a las imágenes de Jesús sobre la borriquilla y la Virgen de la Esperanza, abría el cortejo la Banda de la Junta de Cofradías de Cuenca, dirigida por Francisco Javier Poyatos, cerrando el desfile la Banda Municipal de Música de Cuenca, capitaneada por Juan Carlos Aguilar, dejando ambas agrupaciones bellos y emotivos momentos musicales a lo largo de un recorrido lleno de balcones engalanados.
Las calles de Cuenca se han vuelto a vestir así de túnica y capuz con este desfile procesional, que ha bajado por Solera, la plaza del Salvador, San Vicente, Alonso de Ojeda y Puerta de Valencia, una de las citas más especiales del recorrido dado que la Escolanía Ciudad de Cuenca ha cantado a la altura del convento de las Concepcionistas Franciscanas al paso de las imágenes, que han sido magistralmente portadas por los banceros este Domingo de Ramos.
El cortejo ha seguido por Las Torres y Aguirre hasta alcanzar la plaza de la Hispanidad, continuando después el Hosanna por Carretería y la plaza de la Constitución. Al paso de la Banda de Cuenca por el Nazareno, ha sonado por primera vez en esta Semana Santa la pieza ‘Tulipas del Cielo’, la marcha por todos los nazarenos fallecidos.
Tras pasar Calderón de la Barca y el puente de la Trinidad, la procesión ha encarado su subida hacia el Casco por Palafox, dejando un año más una bella imagen al paso de la Virgen y de la Borriquilla por las curvas de la Audiencia, transcurriendo después por San Juan, Andrés de Cabrera y Alfonso VIII, llegando sobre las doce y media a la iglesia de San Felipe Neri, donde ha tenido lugar la tradicional bendición de palmas y ramos por parte del obispo de la Diócesis de Cuenca, José María Yanguas, en un multitudinario acto.
El cortejo ha continuado después su subida hasta la Plaza Mayor, que ha completado el aforo, dejando otro espectacular momento al paso bajo los arcos de la Borriquilla y la imagen de la Virgen de la Esperanza, que han sido recibidos con una lluvia de hojas de olivo y pétalos de flores.
Ante una plaza a rebosar, el desfile concluía sobre la una y media entrando la Catedral de Cuenca, donde hermanos y autoridades han escuchado después la misa del Domingo de Ramos, presidida por monseñor. Antes de entrar a la seo, han sonado el Himno Nacional para la Borriquilla y la Marcha de Infantes para la Virgen de la Esperanza, rompiendo al final el público en aplausos, algo que no sucede en las procesiones de la Pasión –salvo en la del Domingo de Resurreción– pero que han brotado espontáneamente tras la emoción acumulada de dos años sin Semana Santa. La espera ha merecido la pena.