El círculo se ha cerrado. Nueve años después de su cierre y tras sufrir una serie de vicisitudes, los restaurantes Casas Colgadas y Casa de la Sirena echan a andar de nuevo con una propuesta vanguardista pero respetando la esencia del que es el edificio icono de la ciudad de Cuenca. La capital conquense contará a partir de mañana miércoles con un nuevo recurso gastronómico capitaneado por el chef conquense Jesús Segura, ahora estrella Michelin y que vuelve 22 años después “a casa”, aquel antiguo mesón, renovado hoy completamente, en el que comenzó pelando cebollas pero atreviéndose a soñar con estar algún día al frente de sus fogones.
Los nuevos restaurantes, que abren a partir de mañana sus puertas al público general, se han presentado este martes en sociedad en un acto privado con los medios de comunicación y que ha congregado a diversas autoridades.
Un día “importante” para la capital porque se recupera un recurso gastronómico, ha subrayado su alcalde, Darío Dolz, quien admitía que se ha quedado “boquiabierto” con el resultado de la profunda remodelación acometida por el Consorcio Ciudad de Cuenca y que ha contado con una inversión total de 1,4 millones de euros.
Un “recurso de alto standing”, en palabras del primer edil, remodelado con “un gusto exquisito” y en el que se apuesta por los productos de “kilómetro cero y la sostenibilidad” y al que Dolz ha augurado un futuro halagüeño, confiándole a Segura que contribuirá a “poner a la ciudad de Cuenca donde se merece, lo más alto”.
Una responsabilidad y “presión” que ha aceptado entre bromas Segura, aunque aseguraba que “más que nervioso” hoy está “emocionado” por volver al lugar en el que comenzó su carrera gastronómica. “Vamos a abanderar esa manera de pensar que es ‘cocinamos Cuenca’ e intentaremos llevar la ciudad, la provincia, lo más alto posible”, ha deseado el reputado chef, que ha aprovechado para dar las gracias a las instituciones por el proyecto de remodelación del inmueble, a sus socios y a su equipo humano de “trivianos que han hecho posible” llegar hasta aquí, recalcando asimismo la idea de que Cuenca “es un diamante en bruto por pulir”.
Por su parte, el vicepresidente regional, José Luis Martínez Guijarro, también bromeaba diciendo a Segura que le entregan “lo mejor de la ciudad” para que lo convierta en más emblemático todavía. “Si te va bien, es que a la ciudad le irá bien”, ha confiado igualmente, afirmando que serán un “equipo ganador”.
El vicepresidente también ha aludido al futuro parque de ecoturismo impulsado por Toro Verde en la ciudad, resaltando que estos dos restaurantes serán un punto de apoyo importante para esa ambiciosa iniciativa.
Por el momento, destaca la gran acogida que han tenido incluso antes de abrir al público los dos restaurantes, que ya han colgado el cartel de “completo” para las próximas tres semanas.
A la inauguración del emblemático espacio han asistido también el presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Álvaro Martínez Chana; la delegada de la Junta en Cuenca, María Ángeles Martínez; y la subdelegada del Gobierno de España en la provincia, Mari Luz Fernández, instituciones que conforman junto al Ayuntamiento el Consorcio de la Ciudad de Cuenca.
La reapertura llega tras la remodelación integral del edificio, cuyo proyecto se adjudicó a Javier y Miguel Ángel Redondo, del estudio Redondo Soria Arquitectos de Cuenca, que diseñaron una propuesta innovadora que se inspira en los artistas que impulsaron el pionero Museo de Arte Abstracto en 1966 pero que respeta los siglos de historia del inmueble, que data del siglo XV y está declarado Bien de Interés Cultural.
El espacio, adjudicado por un periodo de quince años a la empresa Tranto Restauración, de la que forma parte el chef conquense Jesús Segura –del Restaurante Trivio– tendrá un aforo de entre 50 y 60 comensales y generará alrededor de una quincena de puestos de trabajo.
En cuanto a la decoración, la firma conquense Mariana Artesana se ha encargado del diseño del mobiliario de los dos espacios, rindiendo homenaje a figuras como la del artista Gustavo Torner.
