El sector hotelero conquense parece vivir en las últimas semanas una notable recuperación en su actividad que, incluso, se sitúa a niveles de hace dos veranos, antes de la pandemia. Una buena noticia a priori para un sector que ha sido especialmente castigado por la crisis del coronavirus, en especial, por las restricciones a la movilidad, que ha obligado a muchos establecimientos a cerrar sus instalaciones durante bastantes meses.
Circunstancia ésta que ya ha quedado atrás y parece haber dado paso a una paulatina recuperación, al menos, a tenor de lo manifestado por los hoteles conquenses consultados por esta redacción y que coinciden en señalar que “la normalidad está cada vez más cerca” y la actividad de sus establecimientos, en estos momentos, se asemeja mucho a la que se registraba antes de la irrupción del coronavirus.
Tal es el caso, por ejemplo, del Hotel Spa Palacio del Infante Don Juan Manuel, de la localidad manchega de Belmonte, que, según destaca su director Ildefonso Gómez, ya ha recuperado la actividad habitual de otros años a estas alturas, lo que le hace pensar con optimismo sobre el futuro del sector. No en vano, confirma que durante el mes de julio el hotel está alcanzando el 100% de ocupación durante los fines de semana, mientras que el resto de días son más flojos y se reduce hasta el 50 por ciento de media. Buenas cifras que, tal y como subraya Gómez, ya comenzaron a registrarse desde mediados del mes de junio y se han ido consolidando con el paso de las semanas.
Tendencia que desde este establecimiento hotelero de cuatro estrellas se espera que se mantenga durante los próximos meses de agosto y septiembre, porque “en un principio las previsiones son también buenas”, concluye su director.
CUENCA CAPITAL
En la capital conquense la situación no es muy distinta y puestos al habla con el director general del grupo hotelero Cuenca con Carácter, Borja García, confirma la mejoría experimentada a lo largo del mes de julio en los tres hoteles (Convento del Giraldo, Cueva del Fraile y Leonor de Aquitania) con una buena ocupación durante los fines de semana, aunque caiga considerablemente el resto de días. Es por ello que corrobora que en la actualidad se estén dando cifras practicamente iguales a las de julio de 2019, antes de la pandemia.
Si bien García llama la atención sobre los precios medios de habitaciones que, en su opinión, continúan siendo muy bajos, a pesar de que los costos hayan aumentado con la pandemia, sobre todo por las muchas medidas sanitarias implementadas en las instalaciones hoteleras; algo que, a su juicio, pone en jaque la rentabilidad de un negocio, que ya de por sí viene de ser especialmente castigado durante bastantes meses por esta crisis sanitaria.
Y, en este sentido, el director general del grupo hotelero Cuenca con Carácter recuerda que “julio no es precisamente un buen mes para el sector turístico de la capital, el importante es, sin lugar a dudas, agosto, que supone un volumen importante de la facturación anual del establecimiento”. De ahí que ponga más el foco en lo que vaya a ocurrir en agosto que en lo se ha experimentado hasta ahora en junio y julio.
Las previsiones iniciales no son malas, pero viendo el comportamiento actual de la clientela, muy interesada en la política de cancelaciones del hotel ante un posible cambio de situación de la pandemia, hace, cuando menos, que sea necesario ser cautos ante agosto y septiembre. Sirva de ejemplo, según dice, el hecho de que esta misma cancelaran su reserva varios grupos de noruegos ante la decisión de su país de incluir a España en su lista roja ante la evolución de la Covid-19.
Lo que tiene claro es que un buen mes de agosto y septiembre permitiría salvar la temporada estival.
ÚLTIMOS DATOS OFICIALES
Aún así la mejoría de la ocupación y la actividad hotelera es un hecho, que ya comenzaba a atisbarse en el mes de junio, último periodo con datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE). No en vano, aunque en ese mes las cifras no llegan a ser mejores que antes de la pandemia, sí se acercan bastante, lo que venía a presagiar lo que iba a ocurrir en el presente mes de julio.
En concreto, durante el pasado mes de junio un total de 21.239 viajeros se hospedaron en un establecimiento hotelero conquense, algo más de 7.000 menos que hace dos años cuando se alcanzaron los 28.642. Aunque esta cifra se haya quedado al 25,8% de haber igualado la de junio de 2019, confirma el arranque de dicha recuperación de la actividad, que se ha consumado en julio. Además, ese porcentaje es la segunda menor caída registrada en Castilla-La Mancha, por lo que convierte a Cuenca en la segunda provincia donde más se está recuperando la ocupación hotelera, después de Ciudad Real, que se ha situado en el 25%.
Sin embargo, si se habla de pernoctaciones el descenso se sitúa en el 24,3 por ciento, puesto que esos 21.239 viajeros realizaron 36.586 pernoctaciones en hoteles conquenses, mientras que hace dos años éstas se elevaron a las 48.331.
En Cuenca capital, por su parte, se contabilizaron en junio 12.412 viajeros y 21.571 pernoctaciones, mientras que en el mismo mes de 2019 estas cifras llegaron hasta los 17.476 y 29.673, lo que supone un descenso del 28,9 y el 27,3 por ciento, respectivamente.
Menor diferencia se produce en el grado de ocupación, que pasa del 51,05% de junio de 2019 al 46,32 de este año; es decir, 5,7 puntos menos.
