El sabor de San Antón
Si hay un sabor que es característico de San Antón, ese es el del panecillo. Harina de trigo, levadura con masa madre, manteca de cerdo, sal, azúcar y anisete son los ingredientes que sirven para conformar este esponjoso bollo que, según la tradición, se ofrecía al santo para que bendijese los animales para dar una buena producción.
En estas fechas, hornos como el de la panadería La Golondrina redoblan esfuerzos en la elaboración de panecillos, que este año esperan llegar hasta los 55.000. Y es que, por tercera vez, son los encargados de producir la caridad que está repartiendo el Ayuntamiento de Cuenca. También hacen los 4.000 panecillos de San Antón de Huete.
El proceso dura unas dos horas desde que se comienza a amasar hasta que sale del horno, donde pasa unos 20 minutos a una temperatura de 240 grados.
La receta de los panecillos de La Golondrina tiene muchos años de historia. “Hacemos la misma que elaboraban mis abuelos”, destaca Raúl Martínez, uno de los gerentes de la panadería, quien detalla que desde días antes de San Antón ya empiezan a elaborar los panecillos que, incluso, continúan haciendo después de la festividad.
Desde el horno del establecimiento de Cuatro Caminos salen los más de 55.000 panecillos, que se distribuyen principalmente en sus dos despachos de la capital pero también en otras localidades como Huete, Las Majadas, Sotos, Villalba de la Sierra, etcétera. Además, también hacen envíos a conquenses que viven en Madrid o Valencia. “Les gustan nuestros panecillos y, cuando no pueden venir, no nos importa mandarlos”, destaca Martínez.