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Medio Ambiente

El río Júcar reclama una limpieza urgente

La zona de las riberas próxima al hospital Alameda sigue llena de bolsas de plástico sin que se observe la intervención de operarios municipales o de la CHJ
Fotos: Saúl García
19/01/2020 - Gorka Díez

El pasado 21 de diciembre las fuertes lluvias provocaron una impactante subida del caudal del Júcar tras la que las riberas del río a su paso por la capital amanecieron con cientos de bolsas de plástico, latas vacías, trapos viejos, neumáticos y otros restos de basura, además de vallas, árboles y ramas caídas. Una fea imagen que no es la primera vez que se produce y que sigue resultando indignante para muchos vecinos, máxime cuando, pasado ya casi un mes, y pese a la labor de retirada de residuos que el pasado 3 de diciembre realizaron de forma desinteresada en piragua varios miembros del Club Cuenca con Carácter en el entorno del Recreo Peral, buena parte de toda esa basura sigue ahí, dejando en evidencia la imagen de Cuenca como ciudad cuyas instituciones dicen apostar por la naturaleza y el medio ambiente.

Junto al entorno de El Sargal, uno de los lugares con mayor cúmulo de desperdicios es el ubicado junto al hospital Alameda, visible para quienes crucen el puente que comunica el hospital Alameda y el barrio de Fuente del Oro con la zona del parque de Bomberos. Allí las bolsas se acumulan en los árboles y también hay mucha vegetación caída o dañada.

El presidente de los vecinos de Fuente del Oro, Antonio Gómez, advierte de que “los plásticos no nacen en el campo”, sino que es la gente la que los deja ahí, en las riberas, de modo que, cuando el agua crece, los arrastra. Su origen estaría en la Sierra de Cuenca, en localidades como Villalba de la Sierra, Tragacete o Uña. Una práctica que tiene claro que debía haberse erradicado hace años pero que lamenta que no haya sido así, ni siquiera en estos tiempos de una aparente mayor concienciación con el medio ambiente y contra el cambio climático. Ante esta situación, entiende que los forestales deberían incrementar su vigilancia en las zonas donde presumiblemente se arrojan estos desperdicios y multar a los infractores.

Y, junto a ello, Gómez tampoco entiende que la suciedad pueda llevar ya tantos días acumulada en las orillas del río sea responsabilidad del Ayuntamiento de Cuenca o de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que tradicionalmente suelen tirarse la “pelota” el uno al otro. “No sé de quién es la responsabilidad, pero el río no puede estar así, porque da una imagen muy mala de la ciudad. Hay que tomar cartas en el asunto”, reclama.

El río Júcar reclama una limpieza urgente

Mientras no haya un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Confederación, lo más lógico sería que operarios municipales de limpieza se dedicaran a estas tareas en los días posteriores a la crecida. Pero no fue así. Ahora, la opción para limpiar la zona podría estar en destinar a ello alguno de los talleres de empleo que este año se pondrán en marcha en la capital con fondos del Gobierno regional. “Podrían dedicar un mes o el tiempo que hiciera falta a limpiar el río y el resto a otras partes de la ciudad”, sostiene este presidente vecinal.

Las redes también se han llenado de ciudadanos que denuncian la situación, advirtiendo sobre todo del mal estado en que se encuentra la zona en las proximidades del hospital Alameda, mientras que la ubicada entre San Antón y el Recreo Peral, donde intervinieron los piragüistas del Cuenca con Carácter, consideran que está algo más decente.

Junto a la acumulación de basuras, los vecinos denuncian el nulo mantenimiento de las laderas entre el Bosque de Acero y San Antón, con árboles en mal estado y otros que llevan meses caídos en el suelo sin retirar, además de abundantes ramas. A ello añaden el estado de la tierra, con irregularidades, y la vegetación, sin cortar.

El río Júcar reclama una limpieza urgente

Regeneración ambiental

En lo que desde octubre de 2018 sí se está trabajando por parte de la Confederación es en la adecuación del entorno de los ríos Júcar y Moscas próximo a la Ronda Oeste con el objetivo de reducir los riesgos de inundación de estos dos ríos a su paso por la ciudad y regenerar medioambientalmente la zona, para lo que se han talado en torno a 4.000 árboles, sobre todo no originarios de la zona, y estaba proyectado plantar otros tantos, sobre todo chopos, fresnos y sauces. Unos trabajos que la anterior corporación municipal anunció que completaría con la habilitación, con fondos propios y europeos, de nuevos caminos para el paseo y la reforma de los senderos entre el parque fluvial del Júcar, el parque del Huécar y el Recreo Peral.