Una de las peticiones que lanzan desde la Asociación de Familiares y Enfermos de Parkinson y otras Enfermedades Neurodegenerativas de Cuenca es la creación en el hospital Virgen de la Luz de Cuenca de una Unidad del Movimiento que posibilitara un diagnóstico más precoz de estas dolencias, así como una atención más específica a los afectados. “No hay que olvidar que Cuenca es una provincia con una población envejecida”, hace hincapié la directora del colectivo, Beatriz Hernández Luengo.
Uno de los caballos de batalla de la asociación es llegar al máximo posible de sitios por lo que se desplazan a diversos municipios de la provincia, tanto a residencias como a domicilios particulares, para ofrecer su ayuda a los afectados. “Sobre todo a la sierra, olvidada por la despoblación y por las instituciones”, considera.
Hernández Luengo resalta también la importancia que tiene para los enfermos hacer grupo. “Les ayuda mucho. Es sano para ellos no victimizarse. Incluso llegan a reírse de la enfermedad y la normalizan, y no dependen tanto de sus familiares”, apunta, aunque es consciente de que “el Parkinson es una enfermedad de la familia”.
