El Obispado de Cuenca ha procedido a la eliminación de los dos árboles que se encontraban en la parte trasera de la Catedral de Cuenca dentro de las acciones de consolidación y reconstrucción del muro de la calle Canónigos.
Desde esta organización han señalado la eliminación de los ejemplares se ha realizado "contando con la licencia de la Gerencia Municipal de Urbanismo, avalada a su vez por los informes favorables de Medio Ambiente del Ayuntamientode Cuenca, del Jefe del Servicio de Obras y Movilidad, de la Delegación Provincial de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes y del Jefe de Servicio de Disciplina y Licencias Urbanísticas".
REACCIONES
La plataforma en defensa del patrimonio de Cuenca ha criticado la tala de unos árboles centenarios del jardín del obispado conquense, y recuerda que en otras ciudades hay árboles con décadas de historia cosidos o apuntalados para preservarlos.
En sus redes sociales, el colectivo ha apuntado que se trata de unos “ejemplares únicos”, que son “patrimonio de todos”, por lo que consideran que es obligación protegerlos y dejarlos a las generaciones venideras.
“Se ataja el problema de raíz. Sin contemplaciones. Una pena”, señala esta plataforma, que ha recordado que en los últimos años el casco antiguo de Cuenca, patrimonio de la Humanidad, ha perdido árboles en la plaza Mayor, en el jardín de Solera o en la zona de Matadero viejo.
Se da la circunstancia que estos árboles están ubicados muy cerca de la calle Canónigos, que se derrumbó el pasado mes de mayo y sigue en reconstrucción.
Esta situación mantiene cortado el principal acceso a las Casas Colgadas de Cuenca y el puente de San Pablo, uno de los iconos de la ciudad y uno de los puntos turísticos más concurridos.
El Obispado de Cuenca solicitó en 2019 la tala de esos árboles, momento en el que se inició una recogida de firmas por parte de los ciudadanos en la plataforma Change.org.
“No podemos permitir otra agresión más al patrimonio paisajístico, natural y en definitiva del corte de otro pedacito de alma y recuerdo de los conquenses”, rezaba esa recogida de firmas, que llegó a sumar 1.324 rúbricas.