Ya es una realidad. La réplica de uno de los murales cerámicos del templete del Parque de San Julián, de la capital, destruido a consecuencia de un incendio en agosto de 2016 y de posteriores actos vandálicos, ya está terminada y los conquenses han podido contemplarla este miércoles por la tarde en el Centro Cultural Aguirre, donde ha permanecido expuesta durante varias horas. De esta manera, concluye –eso sí, en parte, porque ahora resta su instalación en su ubicación original– la aventura que iniciaban hace ahora quince meses la asociación Cuenca [in], tomando la iniciativa de recaudar fondos para la recuperación de este mosaico cerámico y, de esta manera, intentar contribuir a la conservación de un espacio icónico de la ciudad, como es el Parque de San Julián.
Con gran satisfacción y brindando con champán, ha querido Cuenca [in] celebrar este logro, en el que los conquenses, según subrayan, han tenido mucho que decir, puesto que respondieron magníficamente logrando 3.000 euros en tan solo 24 horas para encargar esta reproducción, y también, por supuesto, la Fundación Juan March, que no dudó en colaborar, siempre comprometida con el arte y la cultura de la ciudad.
El resultado final ha sido espectacular. El buen hacer del maestro ceramista talaverano Juan Carlos Pinero ha quedado más que patente en esta réplica, en opinión de los promotores de esta iniciativa ciudadana, si bien han llamado la atención sobre las dificultades técnicas a las que se ha tenido que enfrentar con el objeto de ser lo más fiel posible al mural cerámico original.
Complejidad que ha llevado consigo no solo bastantes pruebas para dar con la tonalidad más aproximada a la original, sino también, al menos, una decena de viajes de miembros de Cuenca [in] al taller del maestro ceramista en Talavera de la Reina para supervisar el avance de los trabajos y constatar su máxima fidelidad. No en vano, con anterioridad desde la propia asociación se acometió una exhaustiva investigación sobre el mural cerámico del templete; todo ello con un solo fin: no incurrir en un “falso histórico”.
A finales del pasado año se concluía la reconstrucción de la parte central del mural cerámico –la zona más decorativa, en la que destacan las Casas Colgadas–, sin embargo, habría que esperar hasta febrero para ver terminada la réplica, puesto que la cenefa llevó más complicación de la esperada ante la dificultad de conseguir la tonalidad exacta. “Costó bastante, pero, al final, mereció la pena”, afirman desde la asociación.
Ahora queda rematar la aventura con el regreso a su lugar original en uno de los laterales del templete del Parque de San Julián. Para ello, desde Cuenca [in] ya se han puesto en contacto con el Ayuntamiento para darle cuenta de la finalización de la réplica e invitarle a que se adopten las medidas pertinentes para su colocación, ya sea mediante donación al Consistorio o, si jurídicamente es posible, encontrar la manera “garantista” de que se encargue la propia asociación de la instalación.
El concejal de Servicios Públicos, Adrián Martínez, por su parte, ha asegurado que ahora toca estudiar la fórmula jurídica más adecuada para materializar el regreso del mural cerámico en el templete, si bien "desconocemos cuál será la más adecuada, si cesión, donación o cualquier otra manera".
