La pandemia complica todavía más la empleabilidad de las personas con discapacidad, ya de por sí dificultosa. Con el objetivo de que los usuarios de la Asociación de Síndrome de Down de Cuenca (ADOCU) puedan mantenerse activos durante el tiempo que dura esta crisis, el colectivo ha puesto en marcha este año ‘Reinventándowme’, que abarca varios talleres y que es uno de los diez proyectos premiados en el ámbito nacional por la Fundación Eurocaja Rural con una ayuda de 2.000 euros por su impulso de la empleabilidad, en este caso de un colectivo vulnerable.
El proyecto ‘Reinventándowme’, que se ha puesto en marcha en enero en las instalaciones de la asociación en la capital y se prolongará hasta diciembre, incluye cinco talleres: de reprografía, chapas, carpetas, encuadernación y regalos, y pretende optimizar las capacidades de estas personas, fomentar su actividad diaria y mejorar con ello su calidad de vida.
En un principio, la iniciativa se había planteado para cinco usuarios mayores de 18 años -teniendo además unos 200 beneficiarios indirectos- aunque dos de ellos comenzaron otro acurso y otras dos son grupo de riesgo frente a la Covid-19 y no se han sumado finalmente a los talleres, por lo que, de momento, solo está participando una persona aunque la idea es que se vayan incorporando más en los próximos meses cuando termine el curso escolar ya que, los que cumplen 21 años, ya no pueden continuar en Educación Especial, por lo que podrían sumarse a ‘Reinventándowme’.
Tener una rutina
“Estoy muy contento. Me gusta mucho”, cuenta Jesús Recuenco, conocido como ‘Chule’, la persona que está participando en los talleres en estos momentos. “Tiene muy buena disposición y le viene bien tener una rutina”, explica por su parte Isabel Navarro, trabajadora social de ADOCU, acerca de este usuario, de 44 años.
‘Chule’ acude todas las mañanas al centro de la asociación en Cuenca para participar en los talleres, que se desarrollan conforme al protocolo de actuación frente a la Covid-19. “Se le ayuda a preparar el material y a elaborar los artículos. Le gusta mucho. Cuando termina alguno de los trabajos, dice: ¡Qué bien ha quedado!”, bromea esta profesional.
El proyecto engloba varios talleres para que los participantes trabajen varias habilidades: de reprografía (encuadernado de documentos, fotocopias y escaneo de documentos), de chapas (elaboración de estos artículos para bodas y otros eventos, o con frases de ánimo y sobre profesiones), de carpetas (creación de estos elementos a través de material de marquetería y pinzas) y de regalos solidarios.
Este último consiste en la preparación de paquetes de regalo qu están compuestos por un divertido peluche, bombones y un cactus. “Son regalos originales, con tarjetas con frases elaboradas por nuestros usuarios”, explican desde ADOCU. “Está funcionando muy bien porque a la gente le gustan mucho al saber que son detalles solidarios”, indica la trabajadora social.
Porque los artículos que se preparan desde estos talleres se ponen a la venta con un doble objetivo: por un lado, la recaudación de fondos y, por otro, dar a conocer a la sociedad la labor que desarrollan los usuarios, con la intención de concienciar de que “todos somos capaces” y de que, “unidos”, se puede conseguir en un futuro una plena integración.
“Nuestro proyecto está enfocado desde la búsqueda de otros nichos de empleo, siempre pensando en las capacidades de los beneficiarios y en la utilidad de las actividades propuestas”, explican desde el colectivo, que recuerda las escasas posibilidades de empleo en la provincia de Cuenca, sobre todo en el momento actual, lo que dificulta todavía más las cosas a la inserción laboral de personas con síndrome de Down.
“Por ello, a través de estas iniciativas, los usuarios ven una motivación en su vidas, se divierten realizando los talleres y asimismo, se da a conocer el proyecto a gran parte de la sociedad a través de los productos que ellos realizan”, añaden desde la asociación, que cuenta con unos 175 asociados en la provincia de Cuenca.
Desde la asociación creen que el proyecto tiene visión de futuro puesto que los productos elaborados son llamativos y muy solicitados para diferentes eventos, y piensan que la iniciativa puede tener continuidad en próximos años a través de las ganancias que se obtengan y con la ayuda de las cuotas de los socios. El reto es seguir trabajando por la integración.
