Las reformas fueron el salvavidas de la Construcción en pandemia

La Construcción, al igual que otros muchos sectores productivos, no ha sido inmune a la pandemia de la Covid-19 y durante 2020 ha sufrido sus efectos negativos, que se han traducido, al menos en la provincia de Cuenca, en la práctica desaparición tanto de la obra nueva como de la pública.

Sin embargo, las reformas en viviendas parecen haberse convertido en el salvavidas del sector. Así se pone de manifiesto desde la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción y Afines de Cuenca (APYMEC), que llama la atención sobre el parón experimentado por el sector, que, por ejemplo, se ha materializado no solo en la nula demanda de vivienda nueva y la desaparación de la obra pública, sino también en la caída de las ventas por encima del 10 por ciento.

De hecho, consideran que ahora se están firmando aquellos pisos que no se pudieron cerrar durante los meses del estado de alarma; sin olvidar, por supuesto, que la gran mayoría son vivienda usada, relegando a algo testimonial la promoción de vivienda nueva.

De ahí que, en opinión del sector, el papel de las administraciones cobre mayor importancia, si cabe, en este escenario, pudiendo intensificar la obra pública, desde una óptica de inversión y no de gasto, y estimular la compra de nuevas viviendas mediante incentivos fiscales o desgravaciones.

Y es que la Covid-19 ha traído consigo un ambiente de incertidumbre, que está calando en el consumidor. Desde la empresa Viviendas Montalbo, su gerente, David Peña, asegura que “el mercado de la vivienda está un poco parado tras la llegada de la pandemia que ha frenado algunas ventas que parecían casi cerradas, pero que ha hecho que los consumidores se lo piensen dos veces por la situación económica”.

Actual demanda que, tal y como recalca, tiene un perfil muy definido, con una clara preferencia hacia la vivienda usada, a lo que se suma un nuevo concepto de la casa como hogar, un espacio para vivir y disfrutar. Algo en lo que coincide en asegurar Luis Triguero, administrador de la empresa Edificaciones Conquenses (EDICON), quien resalta que “el confinamiento durante tantos meses ha generado una tendencia de la gente a ver su casa con otros ojos y buscar ante todo la comodidad en su hogar y, sobre todo, otorgar más espacio a las terrazas”.

Algo que, según Triguero, ha hecho que mucha gente se haya embarcado en todo tipo de reformas en su vivienda, siempre enfocadas a conseguir esa mayor amplitud con la redistribución de los espacios en busca de mejorar la habitabilidad”.

Aumento de las reformas

Con este escenario no es de extrañar que a lo largo del año 2020, en especial a raíz de la desescalada, se haya producido un incremento de la demanda de reformas de todo tipo y envergadura, tanto en la capital como en la provincia, que APYMEC cifra en torno a un 25 por ciento.

Un comportamiento que ha permitido al sector salvar los muebles en un año tan adverso y afrontar el futuro más próximo con ciertas garantías; eso sí, no sin antes obligar a muchas empresas a reinventarse y adaptarse al actual mercado de la vivienda.

Tal es el caso, por ejemplo, de EDICON, que ha pasado de ser únicamente promotora a ampliar a constructora e interiorista, lo que, por cierto, ha llevado consigo un notable refuerzo de la plantilla con personal especializado.

En esta inclinación por otorgar más espacio al aire libre a la vivienda, también se está dando en obra nueva “un mayor interés por la construcción de una vivienda unifamiliar, alejada de las ciudades, en urbanizaciones próximas a la capital, como Señorío del Pinar (Jábaga y Chillarón) o Cañada Molina (Arcas)”, según explica José María Blanco, apoderado de EDICON.

Así las cosas, desde el sector se apunta a un futuro inmediato “un tanto negro”, que podría cambiar si las administraciones toman cartas en el asunto y la banca empieza a facilitar la financiación a los ciudadanos para que puedan embarcarse en una vivienda.