Redescubren dos refugios antiaéreos de la Guerra Civil
En Cuenca hay 17 túneles antiaéreos que fueron construidos entre 1936 y 1939, aunque en la actualidad solo pueden ser visitados dos: el de Alfonso VIII, de 95 metros de longitud, y el de Calderón de la Barca, de unos 130, pero únicamente están acondicionados los primeros 50. Sin embargo, esto va a cambiar próximamente puesto que el Ayuntamiento de Cuenca, a través del Plan de Sostenibilidad, ha iniciado un proyecto para continuar investigando estos espacios y ampliar esta oferta de aquellos que son visitables.
De la mano de los arqueólogos Santiago David Domínguez, de Heroica Arqueología y Patrimonio Cultural, y Michel Muñoz, de M&M Arqueología se han reabierto dos de estos refugios antiaéreos de la Guerra Civil. Ambos se encuentran en el entorno de San Felipe Neri, el primero frente al Museo de la Semana Santa y el segundo entre el Parking de Mangana y la Puerta de San Juan y el objetivo del Consistorio es acondicionarlos para incorporarlos a la oferta turística de la ciudad, tal y como adelanta Marta Tirado, concejala de Turismo y Patrimonio Histórico.
Si bien, no son tan grandes como los que sí se pueden visitar hasta ahora porque estos dos nuevos refugios “no llegaron a terminarse y apenas tienen pocos metros de profundidad”, señala el arqueólogo Santiago David Domínguez. Y es que, los responsables de la Defensa Pasiva de la Cuenca republicana, con Fernando Alcántara –director municipal de estos espacios– a la cabeza diseñaron un sistema de túneles subterráneos en los que cada uno de los ciudadanos estuvieran a salvo de las bombas aéreas, pero no todos llegaron a conectarse entre sí. “Estuvieron a pocos metros de unirlo con el que ya conocemos y es visitable de la calle Alfonso VIII”, apostilla Domínguez.
Ambos tienen la entrada en acodo para evitar que la onda expansiva de las bombas impactara directamente en las personas que allí se cobijaban
Lo que sí está claro es que estos refugios fueron efectivos ya que los arqueólogos cuentan con testimonios reales y con documentación que prueba el uso que tuvieron. Ambos tienen una entrada en acodo y gracias a este diseño la onda expansiva de la bomba impactaba contra una pared y no contra las personas que allí se resguardaban. “Esto demuestra que están diseñados por gente con experiencia y no por ciudadanos de a pie como ocurrió en otros puntos de la provincia”, señala Santiago David Domínguez.
MUSEALIZACIÓN
En cuanto a la musealización de estos dos nuevos espacios, el Consistorio quiere apostar por mantenerlos intactos y no hacer apenas intervenciones puesto que “es lo que demanda el público”, asegura Tirado.”Se busca lo auténtico, y eso es lo que queremos enseñar”, apostilla. Si bien, será necesario acondicionar las entradas y establecer un sistema de iluminación para facilitar el tránsito de personas.
Además, está previsto que el visitante pueda acompañar la experiencia de una explicación para entender el funcionamiento de estos túneles y para garantizar el buen desarrollo del recorrido es posible que sea necesario acotar grupos dado el espacio reducido.
Está previsto mejorar el sistema de sonorización e instalar hologramas en el túnel de Calderón de la Barca
Por otro lado, en el túnel de Calderón de la Barca está previsto llevar a cabo otras actuaciones de sonorización para mejorar la experiencia que se ofrece. En la misma línea, está previsto instalar hologramas. “Queremos llevar estos refugios antiaéreos al siglo XXI”, explica la concejala.
Todo ello está enmarcado en una estrategia turística que quiere descentralizar el turismo del Casco Antiguo con el objetivo de dar a conocer todos los espacios patrimoniales y recursos de la ciudad. “Nuestra idea es abrir ese flujo de turistas, que vayan por todo el Casco y bajen a Carretería para hacer compras o tomarse un café y que no haya tanta aglomeración en determinados fines de semana en la zona alta”, subraya Marta Tirado.
De ahí que la idea sea reabrir el Alfar de Pedro Mercedes, la farmacia del Hospital de Santiago, la Casa del Corregidor o San Andrés, entre otros espacios.