Con la llegada del verano y la mejora de la situación pandémica respecto al pasado año, las piscinas volverán a recuperar cierta normalidad en su uso y disfrute, para permitir que, desde pequeños a mayores, puedan disfrutar de este servicio que seguirá contando con restricciones importantes.
Y es que a la habitual labor de vigilancia y protección, los socorristas tendrán que procurar que, pese a la ampliación del aforo en estos espacios de hasta el 75%, se sigan cumpliendo requisitos básicos como la distancia de seguridad. “Te sientes un poco policía”, confiesa Víctor Peñaranda, socorrista de la Urbanización Los Altos de la capital conquense que cree que “la dura experiencia del año pasado nos hará ver la importancia de cumplir las normas. Al final, la responsabilidad individual es lo que nos ha permitido que este año la situación mejore y podamos disfrutar de los espacios de baño”.
Este socorrista conquense señala que las características de una urbanización, “con grupos convivientes y en donde la gente se conoce de sobra”, hace más llevadero el hecho de que a su labor habitual tenga que añadir el mantenimiento del aforo de la piscina o que la gente siga llevando la mascarilla en espacios donde no se pueda garantizar ese metro y medio de distancia, como los aseos, por ejemplo. “Además, están prohibidos los juegos de pelota y similares. Es algo que tenemos todavía que comprender y que tampoco podemos estar todo el rato encima de la gente, por eso se apela a la responsabilidad de cada uno y que la gente sea consciente de la situación. Lo importante es disfrutar del baño, pasarlo bien y sin molestar al de al lado para así evitar malestar o cualquier tipo de contagio”.
GIMNASIOS
Esta flexibilización de la normativa, también supone un alivio para piscinas como la del gimnasio La Casa del Agua Sport. Allí, Laura Hernández y Leticia López, socorristas del centro, comparten esa visión de que además de la vigilancia para evitar accidentes o ahogamientos, “hay que seguir siendo exigentes con el uso de la mascarilla”.
Con un mayor aforo, el centro ha podido reabrir su piscina a todos los públicos desde el pasado mes de marzo, un hecho que ha tenido una correlación directa con una demanda muy alta para este servicio, tal y como cuenta Leticia: “Poco a poco hemos ido ampliando los aforos de las clases, pero sí es cierto que la situación es completamente diferente al pasado año, donde sólo se permitía un nadador por calle y en el que la piscina sólo podía utilizarse por motivos terapéuticos o si eras nadador con licencia federativa”.
De esta forma, la ampliación para el disfrute de estos espacios ha supuesto “un consuelo para familias y usuarios, pues nos ha permitido completar las actividades de campamento con piscinas, que era algo que el año pasado no pudimos”, además de un incremento en la contratación de socorristas. “En la época pre pandemia sólo éramos dos, ahora, pese a que los grupos son reducidos, hay muchos más niños y eso ha conllevado a que seamos más compañeros”, afirma Laura.
Cumplimiento de aforos y distancias, una tarea añadida para el sectorTarancón es sede de uno de los equipos de Salvamento y Socorrismo referencia en el panorama nacional, el SVAT. Este club forma de manera paralela desde muy jóvenes a niños y niñas para desenvolverse en el socorrismo no solo a nivel deportivo, sino también como una oportunidad laboral.
Alán Martínez es el director técnico de este club, además de coordinador de la piscina municipal de Tarancón, y lleva, junto al presidente del mismo, José Antonio García, más de 20 años formando a socorristas. Así, Martínez observa un cambio preocupante desde el verano pasado donde “pese a ser de los pocos que abrimos la piscina, la situación condicionó mucho a la gente, las normas se cumplían a rajatabla. Ahora, ves ciertos comportamientos en personas que parece que se les haya olvidado de dónde venimos y en dónde estamos, porque la pandemia aún no ha acabado. Esto hace que tengamos que estar encima de cosas que el año pasado no ocurrían, porque había mucho más respeto a la hora de disfrutar de la piscina”.
En Tarancón seguirá siendo necesaria la asistencia a la piscina con cita previa y el uso de parcelas, si bien a un mayor aforo (con una capacidad máxima de 123 personas) se une la posibilidad de disponer del uso de las duchas. “Tenemos que seguir siendo prudentes”, explica Alan, “es importante que los usuarios sigan las advertencias de los socorristas y la normativa de las piscinas que están ahí para evitar accidentes, transmisiones de enfermedades, etc.”.
Esta nueva situación de pandemia ha supuesto una “asignatura extra” en la formación de socorristas. Si bien, es cierto que este verano se han podido recuperar los cursos de natación, “por el momento, al no estar nuestros monitores vacunados aún, solo contamos con cursos de perfeccionamiento, para así evitar cualquier tipo de contacto. Eso sí, esperamos que, conforme avance la vacunación, podamos recuperar las clases de iniciación a la natación y que habrá una mayor demanda para estas actividades”.
“Para ser socorrista es necesario demostrar un sentido de la responsabilidad muy grande, más aún bajo esta situación de pandemia”RESPONSABILIDAD
En la formación de estos socorristas que ahora tendrán que estar más “vigilantes” que nunca, Martínez destaca la importancia del carácter de cada uno.
El club conquense ha celebrado recientemente con éxito su V Campus Provincial de Salvamento y, una vez más, ha dejado latente la importancia de la preparación para llevar a cabo una labor como el socorrismo: “A parte de los conocimientos teóricos, físicos o incluso técnicos como nadadores, la mayor cualidad que tiene que tener un socorrista es el sentido común y la seriedad. Pese a la juventud de muchos de nuestros socorristas, son chicos y chicas que demuestran una gran madurez y mucho sentido común a la hora de trabajar. No es una labor fácil, porque si ocurre algo, tienen que estar preparados para saber actuar”, comenta Martínez.
Es precisamente por esa carga importante de responsabilidad que, sin importar si se ejerce su labor en una piscina comunitaria, municipal, gimnasios u otros espacios de baño, se cumplan un respeto por el trabajo de estos profesionales que velan por nuestra seguridad.