Es más que evidente que la pandemia de la Covid-19 está marcando el ritmo de muchos sectores productivos y, en especial, del turístico. Y así lo pone de manifiesto el presidente de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo de Cuenca, José Manuel Abascal, que, de hecho, no ha dudado en calificar de “muy lenta” la reactivación que está experimentando este sector en Cuenca y provincia. Y es que, en declaraciones a Las Noticias de Cuenca, asegura que la pandemia está condicionando, y mucho, el comportamiento de la demanda hotelera en estos meses de verano, a lo que se está sumando el hecho de que bastantes establecimientos hayan optado por retrasar su reapertura a los meses de agosto o septiembre.
En este sentido, subraya que los alojamientos que a finales de junio optaron por la reapertura, a pesar del complicado escenario que había dejado el estado de alarma por la pandemia del coronavirus, están lidiando con una respuesta del turismo un tanto variopinta, cambiante y muy condicionada por los rebrotes de la pandemia, que, a juicio de Abascal, se están materializando en un notable volumen de reservas de última hora, sin olvidar, por supuesto, alguna que otra cancelación en los últimos días.
De ahí que lamente la imagen distorsionada y sensacionalista que están transmitiendo algunos medios de comunicación sobre estos rebrotes, puesto que se está traduciendo en un retraimiento de la gente a la hora de viajar y, por lo tanto, está originando una situación muy delicada para este sector tan importante para la economía de este país y, por supuesto, de Cuenca, y que, sin duda, es uno de los más perjudicados por esta crisis sanitaria. Desde su punto de vista, lo importante en estos momentos es pedir mucha precaución a todo el mundo, hacer un llamamiento a la responsabilidad de cada uno para combatir esta pandemia y dejar a un lado los alarmismos innecesarios a los que recurren algunos medios “no sé muy bien por qué motivo”.
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De todos modos, la primera quincena de julio, a rasgos generales, ha resultado “un tanto animada en Cuenca y provincia, quizá por la cercanía de los tres meses de confinamiento”, sin embargo, en su opinión, hay que ser cautelosos, porque las ocupaciones no están siendo muy altas y la segunda quincena de este mes no parece que vayan a ser mejores; y, de hecho, “todo apunta a que serán más bajas aún”.
Como consecuencia, el presidente de la APHT de Cuenca confía en que el mes de agosto vaya a ser mejor para los alojamientos turísticos conquenses ante la cada vez más cercana posibilidad de que se logre una vacuna contra la Covid-19, si bien subraya que no hay que olvidar que este año en la capital hay que hacer frente a un hándicap más, como es que no se vaya a celebrar la Feria y Fiestas de San Julián. De ahí que, a su juicio, cobre especial relevancia la necesidad de apostar por el mantenimiento de la oferta de eventos en la medida de lo posible, que suponga un reclamo para el visitante, como por ejemplo fue la competición nacional de kitesurf celebrada hace un par de semanas en Valverde de Júcar.
CUENCA CON CARÁCTER
Similar radiografía la que realiza del sector turístico conquense el director general del Grupo Hotelero Cuenca con Carácter, Borja García. Y es que coincide con Abascal a la hora de aseverar que la reactivación del sector está siendo muy lenta. Sin embargo, García fue de los que optaron por reabrir sus hoteles coincidiendo con el final del estado de alarma, comenzando con el Hotel Cueva del Fraile, a partir del 26 de junio, y continuando con el Convento del Giraldo, una semana más tarde, y el Leonor de Aquitania, el siguiente fin de semana.
La experiencia en el Hotel Cueva del Fraile está siendo bastante satisfactoria, a tenor de la buena respuesta del público, sobre todo, “por el hecho de que este establecimiento cuenta con 25.000 m2 de instalaciones al aire libre, entre ellas una piscina y distintas pistas deportivas, que se han convertido en todo un reclamo para los clientes que han ido buscando espacios abiertos como la mejor manera de olvidarse de tantos meses de confinamiento, al tiempo de tener una mayor sensación de seguridad y confianza frente a la Covid-19”, indica García. Muestra de ello, bien puede servir la ocupación registrada en la primera quincena de julio, que ha superado el 65 por ciento, sobre todo de turismo familiar y de pareja, a lo que se suman las mejores previsiones para la segunda y la confianza de que en agosto se alcance o, incluso, se supere el 80%, gracias, sobre todo, al “turista de tránsito”, es decir, ese que pasa por Cuenca y pernocta un día de camino a otro destino, explica.
Cifras que, sin embargo, nada tienen que ver con las de los otros dos hoteles del grupo en el Casco Antiguo –Convento de Giraldo y Leonor de Aquitania–, donde “se está notando especialmente la fuerte caída del turismo extranjero”, aclara. No obstante, enfatiza en la idea de que agosto sea finalmente un mes aceptable, como viene siendo los años anteriores, aunque para ello habrá que esperar a última hora.
parador de turismo
El director del Parador de Turismo de Cuenca, Juan Serrapio, por su parte, ha mostrado su grata sorpresa por la respuesta que está obteniendo el establecimiento hasta ahora. De hecho, en la primera quincena ha superado el 80% de ocupación media, igual que el año pasado. Algo que considera que responde a la cercanía con Madrid, teniendo en cuenta que la gente se ha inclinado este año por escapadas más cortas y reservas de última hora, y, sin olvidar, por supuesto, la imagen de seguridad y confianza que tiene este establecimiento, en el que se ha realizado un gran esfuerzo para adaptarse al actual escenario con una formación del personal en este sentido y la puesta en marcha de una serie de protocolos que tienen como prioridad la seguridad de todos.
De cara a agosto, Serrapio prefiere mostrarse cauto y no aventurarse a hablar de un porcentaje aproximado de ocupación, puesto que la demanda está siendo muy voluble.