La pandemia de la Covid-19 se encuentra en estos momentos bastante controlada en el Área Integrada de Cuenca, sin que haya llegado a los estándares de riesgo, aunque el constante crecimiento de casos en las últimas semanas está obligando a no confiarse y estar en alerta para mantener controlada la situación.
Un estado que es el resultado directo, según el gerente de esta área sanitaria, Ángel Pérez Sola, del gran esfuerzo que se está llevando a cabo en los métodos diagnósticos, con la realización de test PCR, la distribución de test de antígenos en los centros de salud y los 29 puntos de atención continuada de la provincia o la detección e identificación de contactos estrechos de casos positivos, entre otras acciones, que están permitiendo contener la expansión del coronavirus; sin olvidar, por supuesto, la responsabilidad individual y colectiva de los ciudadanos, que también juegan un papel crucial.
No en vano, en la semana del 4 al 11 de octubre, se han realizado en el Área Integrada de Cuenca un total de 2.780 test PCR, lo que supone 400 diarios, el doble que en los peores momentos de la primera oleada de la pandemia, y, según Pérez Sola, “seguramente vayamos a llegar a los 600-700 diarios en el pico más alto de esta segunda oleada”. Test que han tenido un 9,75 por ciento de positivos; un porcentaje bajo a priori, pero que, en opinión del gerente, no es motivo para relajarse, ya que los casos siguen aumentando semana tras semana, aunque “de momento no hay presión asistencial”.
El trabajo de los rastreadores está siendo igualmente fundamental y, de hecho, en la citada semana se han detectado e identificado a más de 1.300 contactos estrechos de casos positivos de Covid-19, lo que supone una media de 3,7 por cada positivo, a pesar de que “no siempre todo el mundo dice la verdad”, aclara Pérez Sola. Una muestra, en su opinión, del excelente trabajo que están desarrollando los 40 rastreadores del Área de Cuenca, de los que ha resaltado su alta cualificación y competencia.
Las cifras son rotundas y dejan claro que “la actual situación es llevadera, al menos por el momento”, insiste el gerente, sobre todo si se tiene en cuenta que los 41 ingresados por Covid en planta en el hospital Virgen de la Luz suponen el 13% del total de camas disponible y los dos pacientes de la UCI representan menos del 9% de la disponibilidad total, a lo que hay que sumar el hecho de que se cuenta con respiradores suficientes.
Para Pérez Sola “ahora estamos mejor preparados que en la primera oleada, sin dejar a un lado la experiencia acumulada, que ayuda a la adopción de medidas”. Es por ello que en caso de la coexistencia de la Covid y la gripe, el gerente se muestre confiado en la capacidad de respuesta del centro hospitalario, sobre todo, por el plan de contingencia, que contempla la disponibilidad de 100 camas más a instalar en el Policlínico y el gimnasio de rehabilitación, así como incrementar el número de camas de la UCI con respirador, entre otras muchas medidas”.
Aun así considera fundamental continuar haciendo todo lo posible para mantener la situación controlada y no llegar a situaciones críticas que pongan en jaque el sistema asistencial.