Día Internacional del Pueblo Gitano
Radiografía de tres generaciones gitanas: más allá de estereotipos
Lo ha tenido que escuchar unas cuantas veces. “Es que tú no pareces gitana porque estudias”, le decían algunos compañeros de instituto a la conquense Alba Santiago Bustamante –que ahora cursa Filología Clásica en la Universidad de Valencia–, como si fuera un bicho raro por hacerlo –y más por ser mujer–.
También lo serán entonces su abuelo, Francisco Bustamante Hernández, de 78 años, que estudió Maestría Industrial en una época en la que pocos, menos aún las personas de esta etnia, se formaban más allá de la educación elemental, y su tía, Riselly Bustamante Santiago, que es doctora en Antropología Social.
Tres generaciones de una misma familia que se desmarcan de unos estereotipos muy definidos en el imaginario colectivo sobre una comunidad que se percibe como uniforme pero que es muy diversa.
Con motivo de la efeméride del Día Internacional del Pueblo Gitano, que se celebra cada 8 de abril, Las Noticias de Cuenca reúne a estas tres generaciones para reflexionar acerca de las necesidades de esta etnia y desmontar los prejuicios que le rodean. “Se piensan que somos todos iguales. Solo me he dedicado a la venta ambulante cuando era joven. He sido gasolinero toda mi vida”, cuenta el abuelo.
“Nuestra historia no debe considerarse una excepcionalidad”, puntualiza Riselly, la hija mayor de siete hermanos –uno de ellos fallecido–. “Desde niña no he considerado ser gitano como una bandera o una pancarta”, señala, reivindicando que se juzgue a cada persona por lo que es y no por el colectivo al que pertenece, en sintonía con los principios de “respeto” que le enseñaron en casa.
Francisco relata que se crió y ha convivido siempre con payos y no exclusivamente con gitanos ni en barrios con más población de esta etnia, como podría ser Villa Román. Asegura no haber sentido discriminación como tal aunque sí habla de que ha notado cierta desconfianza en algunas personas por su procedencia. Eso sí, recuerda que sus padres le contaban que, cuando iban vendiendo por los pueblos, acusaban a los gitanos de “robar las gallinas”. “Las cosas han cambiado mucho pero sigue habiendo prejuicios sobre nosotros”, afirma.
DESCONFIANZA
“A veces sí que notas diferencias en el trato”, corrobora por su parte su hija, que pone como ejemplo que en las tiendas no les quitan el ojo. “O al ir al hospital, te repiten las cosas muchas veces. Se piensan que somos analfabetos por ser gitanos”, denuncia. “Es difícil que nos vean como somos. Nos consideran según la identidad que se han formado sobre nosotros”, apostilla Riselly, para quien los prejuicios se “van modificando y moldeando” con el paso del tiempo. “Hay desconfianza. Te sientes juzgada por lo que la gente se piensa que eres”, critica.
No obstante, esta mujer, que ha sido docente y trabajadora social, dice no haberse encontrado con discriminación “palpable” en el ámbito laboral. “He tenido buenos compañeros y al compartir, se ve a la persona”, reconoce. Con su tesis doctoral, intentó contrarrestar prejuicios centrándose en las representaciones sociales de la comunidad gitana en la guerra civil española y la posguerra. “Hubo gente que huía al monte y se veía razonable. Si eran gitanos, se decía que no querían luchar. Pero hubo muchos que combatieron”, apunta.
Otro de los ámbitos en los que la comunidad gitana, al igual que otras etnias, se encuentra con obstáculos es en el de la vivienda. Francisco está ahora buscando una casa para alquilar y los está sufriendo en sus propias carnes. En Cuenca ya hay dificultades de por sí en este ámbito pero, en su caso, además “recelan”.
Con todo, Francisco, muy conocido por su trabajo en la gasolinera, intenta mirar el futuro esperanzado para que el mundo que se encuentren sus 13 nietos –siete mujeres y seis varones– “sea mejor”. En el caso de la benjamina de los entrevistados, señala que es la única gitana de su clase pero bromea diciendo que tampoco es que su carrera tenga una gran demanda de alumnado.
Riselly tiene un deseo claro: “Todos tenemos que mejorar para conocernos mutuamente. Así es como se fomenta el respeto. Hay que reflexionar sobre el discurso heredado”.
PROMOCIÓN INTEGRAL
Francisco, Riselly y Alba son tres ejemplos de las 900 personas de esta comunidad que se estima que se residen en Cuenca capital, según explica Emilio Bustamante Bermúdez, coordinador provincial de la Fundación Secretariado Gitano, entidad social sin ánimo de lucro que presta servicios para la promoción integral de esta etnia, trabajando fundamentalmente en los ámbitos educativo, laboral, de la salud, participación social, igualdad, inclusión y vivienda.
En el ámbito provincial, Huete, Tarancón y Motilla del Palancar son las localidades con más población gitana aunque la organización solo desarrolla actualmente proyectos en la capital.
En el área laboral, la entidad lleva a cabo varias iniciativas. El último informe de la entidad, correspondiente al periodo 2020/21, recoge que en este ámbito se atendió a 285 personas, habiéndose logrado la contratación de 38 (el 37% eran mujeres). También hubo 15 acciones formativas en las que participaron 79 ciudadanos. Colaboraron 58 empresas.
‘Acceder’, que arrancó en 2003, es el programa más longevo y busca mejorar la empleabilidad de esta etnica con el fin último de lograr la inserción laboral. El coordinador de la entidad recuerda que al principio costaba mucho que los negocios se animaran a contratar a gente de esta comunidad pero cada vez son más las que colaboran con la fundación. “Lo que funciona muy bien es la formación con prácticas. Las empresas pueden conocer a la persona y dejar atrás los prejuicios”, subraya.
‘Aprender trabajando’, que dura seis meses e incluye formación teórica y prácticas, y ‘Formatéate con garantía’, con tres meses de duración y dirigida a personas sin experiencia laboral son otras de las acciones que llevan a cabo desde la fundación. Ambos son programas de Garantía Juvenil para chavales de 18 a 30 años.
También asesoran para el autoempleo, aunque Bustamante Bermúdez admite que es un porcentaje muy bajo. En el periodo 2020/21, solo hubo tres casos.
En el plano educativo, la entidad desarrolla Promociona, que se dirige a los distintos agentes que participan en el proceso de aprendizaje: el propio alumnado, las familias, los centros y otros agentes educativos y sociales. El objetivo es mejorar el rendimiento escolar de los estudiantes y que puedan finalizar sus estudios. Por otro lado está Promociona-T, enfocado a menores más descolgados del sistema y/o absentistas.
En total, en el ámbito educativo se atendió a 75 alumnos durante 2020-21, con un 80% de éxito. Se trabajó con 37 familias y se formalizaron nueve convenios con centros.
Otro de las iniciativas que desarrollan es el Programa Calí, que busca la igualdad de las mujeres gitanas. Su principal objetivo es mejorar la integración sociolaboral de este colectivo y luchar contra la múltiple discriminación que estas sufren. En el periodo analizado se trabajó con 48 personas y se realizaron actividades de sensibilización que llegaron a 460. También hubo cinco talleres de prevención de violencia de género.
También se atendieron 25 casos de discriminación étnica. “Está tan normalizada que no se denuncia. Hay que visibilizar porque la diferencia de trato sigue existiendo”, lamenta. Y sí, a él también se lo han dicho: “Es que tú no pareces gitano”.
PROGRAMACIÓN DE ACTOS
Con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano, que se conmemora cada 8 de abril, la comunidad ha organizado diversas actividades a lo largo de la semana, entre ellas actividades infantiles y una charla de sensibilización. El acto central tiene lugar hoy viernes 8, cuando se leerá un manifiesto con motivo de la efeméride en el salón de actos de la Delegación de Hacienda y Administraciones Públicas de la JCCM a las 11:00 horas. Además, se instala la bandera de esta etnia en la Diputación de Cuenca, que también se iluminará con los colores de esta enseña.
Con anterioridad a esta fecha, se programaron actividades infantiles los días 4 y 7 en el centro social de Villa Román, en colaboración con el programa municipal Diviértete aprendiendo, y el miércoles 6, en el Museo de las Ciencias.
Para el martes 5, la propuesta fue una charla de sensibilización de historia del pueblo gitano en Cáritas Diocesana para el alumnado de sus formaciones. El día 7, se iluminaron las Casas Colgadas con los colores de la bandera de esta comunidad, que se instaló asimismo en la Delegación Provincial de la Junta.