Al alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, no le han pasado por alto las numerosas críticas que, sobre todo a través de las redes sociales, ha generado el proyecto anunciado recientemente para suprimir el muro y las verjas que rodean el parque de San Julián, una actuación contra la que incluso se ha puesto en marcha una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org que en apenas tres días suma ya más de 4.300 apoyos.
Tras considerar que el “clima de alarmismo” es fruto de que a través de las redes sociales “se mueven bulos y freakinews”, el primer edil ha llamado a la calma y precisado que la supresión de estos muros es solo una de la veintena de intervenciones propuestas tanto en este céntrico parque de la ciudad como en el de la Trinidad, dos proyectos valorados en algo más de 300.000 euros que contemplan también la ampliación de las aceras del parque de San Julián, restaurar el palacete, incendiado en 2015, sustituir la arena actual, muy deteriorada, por “un firme de tierra más consistente”, crear pasillos peatonales para que se pueda atravesar el parque sin pisar la arena o mejorar la iluminación.
Se trata, ha dicho, de una propuesta de la Comisión Técnica del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que todavía está en su fase inicial, “en precario”, y que en breve se expondrá al público para que los ciudadanos que lo consideren puedan hacer sus alegaciones.
Si el proyecto no gusta, admite de que podrá modificarse, desechándose por ejemplo la supresión de los muros y verjas en el caso de que se demuestre que son un bien patrimonial que se debe conservar.
Asegura además Mariscal que, al menos de momento, no hay dotación presupuestaria para este proyecto, aunque hay que recordar que el Consistorio dispone de 12,5 millones de euros de la estrategia de desarrollo sostenible Dusi para invertir de aquí a 2022 y que un proyecto de estas características, que entre otras cosas busca mejorar la accesibilidad al parque y atraer visitantes al centro de la ciudad, podría encuadrarse en ella.
