Hace unos días se producía el cambio de ubicación de uno de los servicios más demandados de la ciudad, el de los taxis, cuya parada principal ha pasado del parque de San Julián a la Avenida de Castilla-La Mancha, en la acera del bar El Sotanillo.
Se trata de una demanda que parte de los 35 taxistas con licencia municipal llevan un par de años realizando, pero que no todos comparten, y que habrá que esperar a que pasen unos días para ver si da mejor o peor resultado.
Los partidarios de la nueva ubicación sostienen que se evitan el rodeo que tenían que dar para entrar en la ya desaparecida parada, rodeando todo el parque de San Julián, una zona además con mucho tránsito de vehículos en la que se sentían encajonados. Y aunque reconocen que la salida mejoró desde que el Ayuntamiento les permitía, como a los autobuses, salir a la Avenida de Castilla-La Mancha por Doctor Chirino, Carretería y José Cobo, se trata de un tramo en el que tenían que circular muy despacio al tratarse de vías peatonales y con terrazas.
ALGUNAS VOCES CRÍTICAS
El principal problema que observan los detractores, que incluso comparten algunos de los partidarios del cambio, es que perderán un espacio inmejorable a la hora de esperar a los clientes, con cabida para mayor número de vehículos, una quincena frente a los en torno a ocho actuales, sombra y un parque a un lado, el de San Julián, en el que podían estirar las piernas o descansar en uno de sus bancos en el caso de que la espera del próximo cliente se alargara. En cambio, la nueva ubicación, que ya habían probado temporalmente en Semana Santa, carece de sombra, por lo que durante los veranos tendrán que esperar dentro del coche o, si salen a la calle, achicharrarse.
Con la nueva instalación también empeora la accesibilidad de los usuarios a los taxis: la acera de la Avenida de C-LM es mucho más estrecha que la del parque de San Julián, lo mismo que la calzada. Esto último tiene una consecuencia negativa importante: los clientes ya no pueden entrar ni salir por las puertas del lado derecho, pues de hacerlo corren el riesgo de ser atropellados o de que uno de lo numerosos coches que circulan por esta calle, a una velocidad mucho mayor que por el parque de San Julián tratando que no se les ponga en rojo el semáforo, se lleve por delante la puerta del vehículo. Un taxista consultado por Las Noticias ya ha sufrido la rotura del retrovisor del lado derecho en la primera semana en la nueva ubicación.
Advierten además del riesgo de choque con los autobuses que giran hacia la calle Colón si no se modifican los semáforos.
Los partidarios del parque de San Julián alegan también que, aunque no sea mucha la distancia que les separaba de la Avenida de C-LM, el primero era un lugar más céntrico, a un paso de Carretería y de la zona de bares de La Calle, de donde proceden muchos de sus clientes las noches de los fines de semana. A ello añaden la costumbre que muchos conquenses ya habían adquirido de acudir al parque de San Julián.
En el caso de los usuarios, algo de dinero podrán ahorrarse al evitarse la circulación lenta, los pasos de cebra y el semáforo de José Cobo. Pero para desplazamientos a lugares como la estación del AVE generalmente se cobra una tarifa fija, de diez euros, con lo que pagarán exactamente lo mismo. Sucede además que ahora es algo mayor el rodeo que los taxistas tienen que realizar para llegar al Casco Antiguo.
En cuanto a los empresarios de la Avenida de C-LM, los consultados ven con buenos ojos este traslado, pues aunque les dejará sin plazas para carga y descarga se han habilitado otras nuevas en José Cobo. Y entienden que la parada atraerá gente y, con ello, posibles clientes.
Tercer cambio en 6 años
Son así muchas las incógnitas abiertas en torno a la que ya es la tercera ubicación de la principal parada de taxis en seis años, pues hay que recordar que fue en 2012, coincidiendo con la peatonalización de Carretería, cuando fueron desplazados al parque de San Julián procedentes de la plaza de la Hispanidad, el lugar este último que la mayoría añora porque además de ser más céntrico y permitirles una salida más rápida que la actual les daba mayor visibilidad.
El resto de paradas existentes se mantienen, aunque solicitan que en la de la Plaza Mayor se instale una señal vertical que haga más visible los dos huecos de que disponen.
Las dos que más demanda tienen son las del hospital y la estación del AVE, donde casi siempre suele haber algún taxi esperando al haber bastante movimiento de posibles clientes. Menos tirón tiene en cambio la de la estación de autobuses, salvo en algunas determinadas horas en las que llegan muchos viajeros, principalmente a primera hora de la mañana y última de la tarde, en este segundo caso sobre todo los domingos.
El negocio, reconocen los taxistas consultados por Las Noticias, no funciona mal una vez superados los años más duros de la crisis, aunque a base de echar horas y horas para poder llegar a fin de mes con un sueldo decente.