La Junta de Cofradías de Cuenca celebrará el próximo 10 de marzo la Procesión Infantil con la que se pone fin a la actividad de la Escuela Nazarena en cada edición desde hace unos años y quese desarrolla en colaboración con la Asociación de Mujeres Cofrades. En la edición de 2018, además de contar con la participación de más pasetes y la inscripción de más niños que nunca, el punto de partida de la procesión cambia, ya que saldrá de la antigua iglesia de San Andrés a las 11 de la mañana.
Además, este año la Junta de Cofradías ha elaborado un documento de recomendaciones para el buen desarrollo del evento, que “ha creído conveniente distribuir, debido a la gran participación en la Procesión Infantil del año pasado”, explica el vicepresidente de la institución y coordinador de la actividad, Antonio Abarca.
Así, se recuerda a los participantes que uno de los fines básicos de esta Procesión Infantil es que los niños conozcan y respeten las normas de orden procesional, con especial atención a la indumentaria de cada hermandad, por lo quese ruega cuidar escrupulosamente (túnica, fajín o cordones, rosario en su caso, escudo en el lado izquierdo del pecho y zapato negro). No llevarán capuz ni capa y no es obligatorio que lleven guantes.
En aras de garantizar la buena organización, el orden y la seguridad de los más pequeños en el transcurso de toda la procesión, cada hermandad “tendrá un grupo de personas, debidamente acreditadas, que se encargarán y responsabilizarán de los niños desde que les son entregados y hasta que sean devueltos a sus padres”. Además y para evitar complicaciones, “todos los niños deben estar asignados a alguna hermandad. Aquellos cuya hermandad no desfile se incluirán preferentemente en la Escuela Nazarena, aunque también pueden hacerlo en otra hermandad si así lo desean, pero siempre poniéndose en contacto previamente con los responsables de la Escuela Nazarena o de la hermandad elegida”.
Los niños entrarán a la antigua iglesia de San Andrés por la puerta principal, quedando a cargo de los responsables de cada hermandad. Los padres que no quieran dejar a sus hijos para que entren a la iglesia esperarán en la plaza de San Andrés y estos niños se incorporarán a la procesión cuando salga su hermandad. Al acabar la procesión, los responsables de cada hermandad irán saliendo con los niños de su hermandad por la puerta de San Andrés que da a las escaleras de la calle Madre de Dios para que allí sean recogidos por los padres.