A mediados de la década de los 80, del reciente Siglo XX, en el Casco Antiguo de la ciudad de Cuenca comenzaron a colocarse, por iniciativa de cada Hermandad nazarena, sobre todo en las calles de recorridos procesionales, una serie de azulejos o placas de bronce y cerámica, que representan a los distintos “pasos” o imágenes de la Semana Santa de Cuenca. Quizá uno de los primeros fue el azulejo colocado en la calle Andrés de Cabrera por la Hermandad de San Juan Bautista, el Martes Santo de 1986.
No obstante, y muchos años antes, en algunas fachadas de la parte alta ya aparecían entre sus balcones imágenes en azulejos de la Virgen de las Angustias o de la Virgen de Fátima, e incluso desde que en 1926 se inauguró el Kiosco de la Música del Parque de San Julián, los azulejos artísticos talaveranos adornaron el airoso y artístico templete, e incluso ante el incendio de hace pocos años se ha conseguido, gracias a la iniciativa popular con aportación económica, que puedan ser repuestos en un futuro no muy lejano, cuando pase esta pandemia que nos vuelve a dejar sin los desfiles de la Semana Santa.
LA PASIÓN DE CUENCA SEGÚN DANIEL ZULOAGA
Sin embargo, el primer azulejo o mosaico de cerámica artística sobre la Semana Santa de Cuenca tiene nombre propio: Daniel Zuloaga Boneta, quien presentó en su primera exposición en Barcelona, en 1916, entre distintas piezas y elementos decorativos, la obra titulada “Una procesión en Cuenca”. Daniel Zuloaga (Madrid, 8-04-1852 / Segovia, 27-12-1921), ceramista y pintor, considerado como uno de los reformistas de ese arte entre el último cuarto del siglo XIX y las dos primeras décadas del XX, elevó precisamente a la categoría de arte un género artesanal, como por ejemplo, y salvando las distancias, lo hizo Pedro Mercedes en la mitad del siglo XX, con los cacharros de la alfarería, convirtiéndolos en piezas artísticas.
La obra artística ceramista de Zuloaga, en sus talleres de Segovia y Guipúzcoa se encuentra en toda España, desde el Palacio Real a iglesias y conventos, hoteles, cafetería o panadería, donde el azulejo artístico era el sello de distinción de un negocio o el arte más popular que se puede encontrar en muchas ermitas o iglesias y hoteles de alto rango del siglo XX. Y muchas otras obras en Europa y América.
Ciñéndonos al azulejo o mosaico de “Una procesión en Cuenca”, cabe esperar que Daniel Zuloaga, ya instalado en Segovia, con viajes a Toledo o Aranjuez, visitase también Cuenca siguiendo los pasos de artistas como Aureliano de Beruete, Rusiñol, Gutiérrez Solana (con sus pinturas de la Pasión conquense), Sorolla y otros conocidos pintores y retratistas. O quizá no pasó por Cuenca y se inspiró en algún grabado o fotografía, como hizo con otras obras, dada la dificultad de los viajes, aunque Cuenca al menos estaba conectada por ferrocarril con Madrid y Aranjuez.
En su “Procesión en Cuenca”, Zuloaga, que era tío del pintor Ignacio Zuloaga, nos presenta a un Cristo Crucificado situado en el centro de la Hoz del Huécar, con las Casas Colgadas a la derecha y los roquedales del Socorro a la izquierda en la verticalidad de una estampa que sobrecoge, con las gentes sencillas arrodilladas ante la efigie de la imagen de Cristo expirando, que puede evocar la procesión de los Viernes de Cuaresma en la que desfilaba el Cristo de la Agonía. O quizá Zuloaga quisiera representar en el artístico azulejo al Cristo de la Luz que desfilaba en solitario en la media mañana del Viernes Santo, situando el paisaje de la Hoz como Calvario de esa procesión que debió impactarle, como recurso de fijar la procesión en la ciudad de Cuenca. El cortejo “En El Calvario” comenzó en 1902, más o menos como lo conocemos.
Con referencia a este azulejo de Zuloaga se duda de la fecha de su realización, pues en alguna publicación figura como de finales del siglo XX, si bien nos inclinamos a pensar que debió hacerla entre 1915 y 1916, amén de otras obras, pues cuando un artista realiza una muestra de su trabajo suele hacerlo con su obra más reciente. Así, Daniel Zuloaga presentó su primera Exposición en Barcelona el domingo 12 de noviembre de 1916 en la reconocida Sala Parés, que tuvo un gran éxito de crítica y de ventas, lo que le llevó a recibir importantes encargos en Barcelona y en diversas ciudades españolas.
Sobre esta muestra de cerámica en la Sala Parés barcelonesa, templo de las más exigentes exposiciones, escribía días después en “La Vanguardia” M. Rodríguez Codolá que, efectivamente, exponía por vez primera Daniel Zuloaga, junto a su hijo Juan, “una cerámica labrada, pues no era muy frecuente exponer esta técnica de la cerámica vidriada por ser tan novedosa, con estilos tan históricos como originales, salidos de los talleres segovianos de San Juan de los Caballeros”. Resalta Codolá que “no sorprenderá que sea acogida con entusiasmo por los inteligentes la exposición de los señores Zuloaga, pues el calvario que recorrieron no está a la vista, pero lo adivina el conocedor del oficio”. Y apunta el crítico de arte que los Zuloaga han conseguido “llevar la pintura de caballete a la azulejería de aquel encanto decorativo que le cuadra”. En suma, azulejos hechos pintura.
Al hilo de aquella Exposición en Barcelona hemos podido conseguir, gracias al archivo digital de la Biblioteca Nacional de España, la portada de la revista semanal “Ilustració Catalana”, editada en catalán, de fecha 3 de diciembre de 1916, dedicada a la Exposición de Cerámica Artística de Zuloaga en la Sala Parés. En la misma aparecen tres grabados: el primero, titulado “En la costa de “Los Hoyos”, Segovia; a la izquierda, el mosaico “Una procesión en Cuenca”, ambos de Daniel Zuloaga, y a la derecha, un grabado de imitación de la escuela italiana, de Juan Zuloaga, hizo del gran ceramista y pintor, Daniel Zuloaga, de quien este año 2021, en concreto el 27 de diciembre, se va a cumplir el centenario de su muerte.
Cabe averiguar si ese azulejo de “la procesión en Cuenca” se encuentra en alguna colección particular. Aquí queda la reproducción para festejar el centenario de la muerte de Daniel Zuloaga y dejar constancia de esta aportación ceramista, ya conocida, pero ahora con más detalles, en la amplia lista del ARTE, en todas sus facetas, en la Semana Santa de Cuenca.