Muchos son las ciudades de todo el país que están apostando por las energías renovables como una fórmula eficaz para el autoconsumo y el consiguiente ahorro, tanto energético como económico, para las arcas municipales. En esta línea, el Ayuntamiento de Cuenca se ha puesto manos a la obra para emprender una iniciativa encaminada a incrementar paulatinamente la presencia de instalaciones fotovoltaicas en el paisaje urbano de la ciudad y, en concreto, en los distintos edificios de propiedad municipal.
Un plan de desarrollo sostenible que la Concejalía de Obras y Medio Ambiente del Ayuntamiento de la capital ha iniciado con dos proyectos fotovoltaicos en sendas instalaciones deportivas, como son el pabellón polideportivo de San Fernando y la zona de las piscinas cubiertas del complejo deportivo Luis Ocaña, y que conllevarán una inversión de unos 400.000 euros.
TRÁMITES Y CALENDARIO
Dos proyectos que iniciaban su andadura hace un par de semanas con el visto bueno, por parte de la Junta de Gobierno Local, a la orden de inicio y aprobación del expediente de contratación para la ejecución y puesta en marcha de instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo, así como para su posterior gestión y mantenimiento, en los citados edificios municipales.
Proyectos ambos que, en la actualidad, tal y como subraya el concejal de Obras y Medio Ambiente, Adrián Martínez, se encuentran en fase de contratación y, en consecuencia, en exposición pública a la espera de la presentación de licitadores.
Trámite previo, según recuerda, a la constitución de las correspondientes mesas de contratación para la adjudicación de ambos proyectos; algo que, según apunta, podría producirse en un mes o mes y medio, de tal manera que se puedan iniciar de inmediato los trabajos de ejecución.
Como el plazo de ejecución inicial de ambos proyectos fotovoltaicos se ha marcado en los dos meses, Martínez confía en que ambas instalaciones solares puedan estar a pleno rendimiento este mismo verano; eso sí, según puntualiza, siempre y cuando todo se desarrolle con normalidad y sin contratiempos que puedan retrasar los trámites correspondientes.
Martínez explica que el Consistorio ha optado en primer término por estas dos infraestructuras deportivas, entre otros motivos, por su elevado consumo eléctrico al estar abiertas al público durante muchas horas al día, a lo que se suma la amplia superficie de sus cubiertas para la colocación de las placas fotovoltaicas y, sobre todo, su adecuada orientación, sin muchos sombreos, que posibilita un mayor aprovechamiento de las horas de sol.
CARACTERÍSTICAS
Bajo la premisa de la máxima optimización de las cubiertas de estos edificios, en el caso del pabellón polideportivo de San Fernando se procederá a la implementación de una instalación fotovoltaica de 143 kW de potencia nominal, que permitirá, según Martínez, un ahorro inicial del 60% en el consumo energético y, como consecuencia, una amortización de la inversión en un plazo de seis años.
Cifras que en el caso de la zona de las piscinas del complejo Luis Ocaña se materializarán en una instalación solar de 177 kW de potencia nominal y un periodo de amortización de la inversión de cinco años.
Actuaciones éstas que el concejal conquense considera que deben de ir complementadas con intervenciones en el interior de estos recursos deportivos encaminadas a la mejora de su eficiencia energética. Algo que, según dice, ya se viene haciendo de manera paulatina desde hace un tiempo y se tiene intención de continuar en esta línea, mediante, por ejemplo, la renovación de los focos y luminarias con tecnología LED o la instalación de sensores de movimiento para el encendido de las luces, entre otros.
El objetivo no es otro que “continuar avanzando en la eficiencia energética y la sostenibilidad”, de ahí que, tal y como subraya, desde el Ayuntamiento se está llevando a cabo en la actualidad un estudio exhaustivo para determinar en qué edificios municipales intervenir y cuáles reúnen las mejores condiciones para dotarles de este tipo de instalaciones energéticas, analizando desde su consumo eléctrico hasta el periodo de amortización de la inversión, pasando por su ubicación, características, etc.