El mes de junio es uno de los periodos más agobiantes para los estudiantes, sobre todo para los que finalizan sus estudios en Bachillerato y se preparan para acceder a la universidad. Si esta situación ya era complicada ahora, con una pandemia que permanece latente, lo es más.
Los estudiantes de segundo de Bachillerato ponen fin a una de las etapas más importantes, el instituto, y cruzan la puerta de salida sin cerrarla del todo, ya que no han pisado las aulas desde el mes de marzo, ni siquiera se han podido despedir de compañeros y profesores. Cierran esta etapa y se preparan para entrar a la universidad sin saber muy bien cómo, debido a la incertidumbre existente.
Sin graduación para darse un respiro y sin viaje de fin de curso como premio al esfuerzo, los preuniversitarios enfrentan la recta final para los exámenes de la Evaluación para el Acceso a la Universidad, que en Castilla-La Mancha tendrán lugar los días 6, 7 y 8 de julio para la convocatoria ordinaria, y los días 1, 2 y 3 de septiembre, para la extraordinaria.
Alba cursa segundo de Bachillerato de Ciencias en el I.E.S “Fernando Zóbel” de Cuenca y, como el resto de sus compañeros, está preparando las pruebas de acceso a la Universidad desde casa y con el correo electrónico a mano para consultar las dudas a sus profesores. Una de las principales novedades que ha traído consigo el Covid-19 es que Internet se ha convertido en un aliado aún más fuerte para los estudiantes, tanto para las clases online como para mantener el contacto con sus profesores y compañeros.
“Nosotros no hemos tenido clases online durante el confinamiento, sino que hemos realizado trabajos para entregarlos después por correo electrónico. Los profesores nos mandaban los temas y a partir de ellos, realizábamos los trabajos, que, en muchas ocasiones, se trataba de exámenes de selectividad de años anteriores, por lo que nos han servido para estudiar”.
CAMBIOS EN EXÁMENES Y ADAPTACIÓN DE TEMARIO
Teniendo en cuenta que la situación que estamos viviendo es excepcional, los exámenes no serán exactamente iguales a los de años anteriores, sino que habrá modificaciones. “Estructuralmente, los exámenes siguen siendo prácticamente igual, pero nos han quitado algunos puntos. Por ejemplo, en Lengua y Literatura podemos elegir un bloque en vez de los dos, o Lengua o Literatura”.
Ante la problemática de cómo realizar estas pruebas de forma efectiva y que no perjudique a los futuros universitarios, la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha aportó las directrices que deberían seguirse para elaborar los exámenes, como, por ejemplo, se eliminaba el modelo estándar en el que el alumno debía elegir entre opción A y B, apostando por un modelo único en el que se incrementará la optatividad.
Para poder realizar este tipo de pruebas de forma presencial es necesario garantizar las medidas adecuadas de protección. Así pues, el pasado 10 de junio, la Universidad de Castilla-La Mancha lanzó un comunicado en el que se informaba de las novedades que se van a poner en marcha en cuanto a la organización para realizar los exámenes de EvAU de este año, entre las que destacan la realización de pruebas por la tarde el último día, más tribunales para corregir y medidas para la limitación de aforo, entre otras, con el fin de garantizar la seguridad y la salud de los asistentes.
Quizá para aquellos que quieren estudiar una carrera relacionada con Ciencias de la Salud, como es el caso de Alba, que quiere matricularse en enfermería, esta pandemia les haya ayudado a entender muchas cosas y prepararse para un futuro. Aunque puede resultar que esta situación de alarma haya perjudicado a los estudiantes a la hora de conseguir la nota necesaria para acceder a la carrera deseada, no todos piensan igual.
“A la hora de hacer el examen, creo que la situación nos va a beneficiar a todos porque nos han puesto muchas facilidades a la hora de estudiar, nos han quitado cosas, incluso algunos exámenes han cambiado el modelo para no perjudicarnos”, cuenta Alba. “Con el confinamiento, algunas de las notas han subido bastante, porque hemos pasado de hacer exámenes presenciales a hacer trabajos en casa, y también nos han dado más tiempo para estudiar”, apostilla.
El confinamiento permanente en casa es algo que los estudiantes de segundo de bachillerato conocen bien, y los de este año, lo han sufrido por partida doble. Uno de los puntos principales a la hora de enfrentarse a la selectividad es la organización del estudio, así como los tiempos de descanso. “Para prepararme la EvAU, me propongo unos objetivos diarios y semanales, en los que cada día tengo que estudiar un número determinado de temas de ciertas asignaturas”. Sin embargo, como afirma Alba, el hecho de permanecer en casa durante varios meses no significa haber tenido más tiempo para el estudio, por lo que el retraso de la selectividad al mes de julio ha supuesto un alivio para los alumnos. “En estos meses de confinamiento, no he dedicado demasiado tiempo al estudio, ya que hemos estado ocupados realizando los trabajos de clase, por lo que hasta que no ha finalizado el curso, no he empezado a prepararme el temario”.
Otro de los retos a los que se tienen que enfrentar los alumnos del último año de instituto, es adaptarse a la vida universitaria, que también será diferente a la que conocíamos. ¿Cómo será hacer amigos a casi dos metros de distancia y tapados con mascarillas? “Si ya es complicado empezar la universidad de forma presencial, con esta situación, es peor. Como en la universidad van a adoptar un modelo en el que también habrá clases online, tenemos incertidumbre de ver cómo se van a adaptar a la situación, pero por lo demás, lo afronto con ganas.”
Aún queda un mes de estudio nervios y estrés, pero también de ilusión por empezar una nueva etapa.