La presencia de gatos en las ciudades suele ser fruto de intensos debates. Los hay que entienden que sería preferible que no los hubiera, al considerarlos un foco de infección, pero también quienes aseguran que llevan a cabo un control natural de plagas, como las de ratas y cucarachas, que al habitar en las alcantarillas pueden ser más fácilmente portadoras de enfermedades.
Así, los hay que critican que haya conquenses que den de comer a estos animales dejándoles alimentos en plena calle, porque entienden que esto contribuye a su supervivencia y a su proliferación, y quienes consideran esta práctica humana y necesaria.
Según se contó en el pleno, estas discrepancias han llevado incluso a discusiones entre vecinos, algunas de las cuales han terminado en agresión. También, a que se haya encontrado veneno en algunas zonas de colonias de felinos.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos y Usuarios de Cuenca, Luis Miguel González, es así de la opinión de que los gatos son necesarios pero no en exceso, y considera que habría que concienciar a los vecinos de que no se les alimente porque “a más alimento, más proliferan”.
En cambio, Ángela de la Vega, de la protectora Bonamiko, advierte de que “si no se les diera alimentos es cuando se meterían en las casas porque tendrían hambre”.