Veintiocho días han transcurrido desde el derrumbe de parte del muro de contención de la calle Ramiro de Maeztu, de la capital conquense, sin que se hayan retirado las toneladas de escombros que cayeron en el patio trasero del bloque de viviendas número 3 de la calle Astrana Marín.
Los vecinos afectados no entienden por qué el Ayuntamiento de la capital aún no ha retirado esos escombros, tal y como pedían en un escrito remitido el pasado 25 de mayo por la Mancomunidad de Propietarios de Sánchez Vera 15-17 y Astrana Marín 1, 3, 5, y 7, al que, según aseguran, aún no han recibido respuesta alguna después de veinte días.
Y es que, tal y como recalcan los afectados en dicho escrito, la titularidad del muro recae en el Consistorio, como así se reconoce en sentencia de la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJC-M) de 12 de noviembre de 2018 en relación a otro desprendimiento del mismo muro ocurrido hace unos años, pero a la altura del bloque número 7.
Fuentes municipales han asegurado a esta redacción en este sentido que desde la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) tienen constancia de dicho escrito y en la actualidad se está trabajando en la respuesta, pues, tal y como recalcan, “aún están en plazo para hacerlo y no es una cuestión para responder de un día para otro, sino que tienen que tener en cuenta informes, situación, etc.".
PREOCUPACIÓN VECINAL
Entre tanto, la preocupación crece entre los vecinos, en especial entre los del bloque nº 3 de la calle Astrana Marín, puesto que los desprendimientos no han cesado. De hecho, si a los cinco días del primer derrumbe se producía otro de consideración, el último ha tenido lugar esta misma semana, la noche del jueves.
Una situación que los vecinos creen que no debe dilatarse más en el tiempo, entre otras razones, porque los escombros cayeron sobre la sala de calderas de los siete bloques de viviendas destrozando la salida de humos e inutilizando la calefacción hasta que se pueda valorar las consecuencias del derrumbe. Y eso, según llaman la atención, sin olvidar que estamos hablando de 56 vecinos afectados, en su mayoría de avanzada edad y, en algunos casos, con problemas de movilidad.
Desde la Mancomunidad de Propietarios de Sánchez Vera 15-17 y Astrana Marín 1,3, 5 y 7, su presidenta, María José Gómez, no cree que sea de recibo esta prolongación de la situación. Desde su punto de vista, ya ha pasado tiempo más que suficiente para que el Ayuntamiento hubiera retirado, al menos, los escombros que hay sobre la sala de calderas; sin olvidar, la incertidumbre que está generando entre los vecinos el hecho de que no hayan cesado los desprendimientos.
PELIGRO LATENTE
Es por ello que considera imprescindible no solo la retirada urgente de esos escombros, sino también la ejecución de las obras de aseguramiento del muro en cuestión, como así se recoge en el escrito enviado al Ayuntamiento. Todo ello sin dejar a un lado, según indica, la realización de los trabajos de investigación pertinentes para determinar qué hay detrás de estos desprendimientos. Y es que no se puede olvidar el hecho de que es el segundo derrumbe que sufre este muro de contención en los últimos años, lo que, en su opinión, hace pensar que debe de existir alguna causa concreta que desencadene esos colapsos.
Además, Gómez recuerda que en las inmediaciones del desprendimiento del muro de contención, en la calle Ramiro de Maeztu, hay dos depósitos de gas soterrados, a lo que suma el tráfico rodado de esa calle, en ocasiones de vehículos pesados cargados de harina, lo que, desde su punto de vista, agrava más aún la situación e incrementa el temor de los vecinos a un nuevo episodio con mayores consecuencias.
En este escenario de incertidumbre y preocupación, los vecinos no dudan en pedir al Ayuntamiento una solución urgente a este problema que, según ellos, les viene por un muro de titularidad municipal, que en su actual estado es un auténtico peligro para todos.
