Muchos conquenses habrán observado pelusas diminutas en el ambiente durante las salidas moderadas en estos días. Se trata del polen que sueltan algunos árboles durante su floración en primavera, que tras las lluvias de semanas anteriores sumadas a las altas temperaturas han disparado los niveles.
Las alergias despegan y las rachas de aire moderado no ayudan a las personas afectadas por esta patología. El pasado sábado la felicidad por salir a la calle entraba en los hogares, pero para muchos los paseos han aumentado su exposición y sensibilidad a estas pequeñas partículas.
Antonio Moreno, facultativo del Servicio de Alergología del hospital “Virgen de la Luz” asegura que, “la polinización de la gramínea ha llegado ya y, aunque las previsiones son moderadas, la temporada se alargará hasta el mes de junio”.
En la provincia de Cuenca las alergias más comunes son producidas por el polen del olivo y la gramínea. La familia de estas últimas abarca incluye a plantas silvestre o cultivos de cereales, pero también abarca a, por ejemplo, el césped. Por ello, el alergólogo recomienda “no acudir a zonas ajardinadas y verdes durante estos días.
DISTINGUIR SÍNTOMAS DE CORONAVIRUS Y ALERGIA
La preocupación y nerviosismo durante estos días es palpable, lo que ocasiona confusión entre la ciudadanía para distinguir ambas enfermedades. Hay que tener en cuenta tan solo dos claves.
Los síntomas alérgicos por excelencia son picor de nariz, lagrimeo y estornudos en salva, es decir, varios seguidos. Mientras que, uno de los síntomas más reconocidos de la Covid-19 es la fiebre.
Es importante apreciar que los pacientes crónicos de alergia no suelen presentar fiebre y los pacientes de coronavirus no estornudan de forma continuada. Aclaración de síntomas que permitirá a todos aquellos confusos tranquilizarse.
Uso de mascarilla
El uso generalizado de mascarillas se ha extendido con la llegada del coronavirus y proporcionan mayor protección a todos aquellos que padecen alergia. Eso sí, no todas las mascarillas son eficaces en el filtrado de aire y para evitar brotes es importante reducir la exposición a zonas ambientales.
A pesar de todo, es importante buscar la parte positiva y gracias al confinamiento las salidas a la calle se han reducido y los alérgicos no salen tanto a la calle como antes de la llegada del coronavirus. Una oportunidad que ha reducido el impacto de la polinización propia de la etapa primaveral en los afectados.