Sencillo pero profundo. Así ha sido el pregón que la periodista Pilar Ruipérez ofrecía en en la noche de este Viernes de Dolores en la antigua iglesia de San Miguel, como preámbulo a la Semana de Pasión de la capital.
Un pregón lleno de vida que pone el foco en lo fundamental: la Semana Santa como manifestación de fe, como hito religioso central en la vida del católico conquense.
El antiguo templo, con el Santísimo Ecce-Homo de San Miguel en el lugar presidencial, se presentó ante la Pregonera lleno a rebosar.
Las intervenciones previas de Pilar habían despertado mucha expectación, y la periodista no defraudó.
Pilar, que tuvo un cariñoso recuerdo para todos los pregoneros, y sobre todo, pregoneras anteriores – con especial mención a Paloma Gómez Borrero– hilvanó su Pregón en forma de descripción del alma conquense, que no es otra cosa que un alma nazarena que vive por y para su Semana Santa todo el año. Y lo hizo de manera brillante, sencilla y breve: con las palabras justas. Sin adornos ni alharacas. Apelando únicamente a la autenticidad de un sentimiento que no por repetido cada año pierde vigencia ni validez.
Especialmente emotivas fueron las palabras que Pilar dedicó a sus dos hermandades: la de María Santísima de la Esperanza y la del Santísimo Cristo de Ecce Homo de San Gil.
El pregón de Pilar Ruipérez fue esencialmente católico y comprometido con el cariz religioso de la Semana Santa y con la fe, pero también encontró momento para la reivindicación y defensa de lo nuestro.
Lo hizo principalmente en dos puntos: el agradecimiento a todos aquellos nazarenos que propiciaron, con su trabajo, la recuperación de la Semana Santa tras la Guerra Civil, y con la defensa de las señas de identidad que le son propias a la Semana Santa de Cuenca.
El acto, conducido con tino y buen gusto por la periodista de Castilla-La Mancha Media, Carmen Acedo, contó con una primera parte musical en la que actuaron, de forma impecable como acostumbran, el Coro del Conservatorio, dirigido por Pedro Pablo Morante, y la Banda Municipal de Música de Cuenca, dirigida por Juan Carlos Aguilar.
Al Pregón asistieron, acompañando al presidente de la JdC, Jorge Sánchez Albendea, a la Comisión Ejecutiva y a la Junta de Diputación de la institución nazarena, el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal; el presidente de la Diputación Provincial, Benjamín Prieto; el delegado de la Junta en Cuenca, Ángel Tomás Godoy; el obispo de la Diócesis, monseñor José María Yanguas; la subdelegada del Gobierno en Cuenca, Lidón Lozano; y el subdelegado de Defensa, Ángel Cantera; entre otras autoridades.