Nuestra Señora de las Angustias protagoniza el cartel de la Semana Santa de Cuenca 2019

Es uno de los acontecimientos del año que más expectación despierta: la presentación del cartel de la Semana Santa de Cuenca. Y este jueves la expectación era todavía mayor al haberse encargado su confección a un fotógrafo y diseñador gráfico muy conocido, Javier Romero (Cuenca, 1970), con una trayectoria de veinte años en prensa escrita y de algo más de un lustro como fotógrafo de autor y diseñador gráfico que cuenta con más de 20 exposiciones en su haber, dos libros sobre la Semana Santa y premios en concursos de logotipos en lugares tan distantes como Israel, Letonia o Ávila.

Y Romero no defraudó: el cartel, que combina fotografía y pintura, está lleno de imágenes y colorido, en las antípodas del minimalismo del cartel de 2018. En primer plano aparece Nuestra Señora de las Angustias con el Misterio Sacro de Cristo Descendido. Tras ellos hay una cruz roja, como hecha con sangre. A sus pies se observan varios capuces de nazarenos de distintos colores, en representación de las distintas hermandades de esta festividad declarada de Interés Turístico Internacional, y todavía hay espacio para más: de fondo aparecen las Casas Colgadas, el Puente de San Pablo y el Cerro de la Majestad.

El objetivo del autor, cuenta Javier Romero, era “ir a la esencia de la Pasión, al dolor, al sufrimiento. Pero también al amor que supone el morir por nosotros”. Es así un cartel “que expresa ese enorme sufrimiento y un cartel de hermandad, muy semanasantero, muy conquense. Aunque quiero que también sirva como instrumento de promoción turística para nuestra ciudad, que todo el mundo pueda comprobar lo bella que es la Semana Santa, de Interés Turístico Internacional, y lo bonita que es la ciudad, Patrimonio de la Humanidad”.

Elaborarlo ha sido para él, confiesa, “un gran orgullo, un honor y una alegría”, aunque, a su vez, “una gran responsabilidad”. Él es bancero de San Pedro y vive mucho la Semana Santa, una festividad a la que además ha retratado en numerosas ocasiones, primero como fotoperiodista “pateándome la ciudad de arriba abajo” y ya en los últimos años fotografiándola artísticamente y pintándola. “Al principio me preocupaba pensar qué tipo de cartel podía hacer, qué línea seguir, si ser fiel a mi línea o intentar innovar. Pero pensé que, si me habían elegido por mi forma de plasmar la Semana Santa, tenía que ser fiel a mi estilo. Y es lo que he hecho”.

Esperanza de que guste

Tras el descubrimiento del cartel hubo muchos aplausos y ahora, como también es tradición en Cuenca, hay que esperar a lo que se escuche en los bares y se lea a través de las redes sociales dada la difusión que la Semana Santa conquense tiene en la ciudad y fuera de la ciudad.

Antes de su presentación, Romero confiaba en que gustara aunque reconocía que, “para gustos, los colores. Es verdad que, cuando más importante es el evento, más expuesto estás y más posibilidad hay de que haya diversidad de opiniones. Que a todo el mundo le gustara sería un milagro. Pero las críticas no me preocupan porque, además de que estoy seguro de lo que he hecho, tengo una trayectoria de más de veinte años con exposiciones y publicaciones y todo el mundo tiene ya una opinión sobre las cosas que hago. Me he encontrado tanto gente a la que le gustan menos los cuadros que a mí más me gustan como al revés y, en este caso, he seguido la línea que normalmente gusta a la gente. Y lo he hecho con todo el cariño del mundo”.

El céntrico salón de actos de Liberbank, abarrotado, volvió a ser el lugar elegido para una presentación en la que, además, intervino el pregonero de este año, el Cardenal Carlos Amigo.