Una vecina del Casco Antiguo, de nombre Esmeralda, intervino en el último pleno municipal celebrado en el Ayuntamiento para protestar por la reordenación del aparcamiento y el sistema de control del tráfico puesto en marcha con fecha de 1 de junio de 2018.
En concreto, señaló que, a pesar de que la circulación por el Casco se ha limitado a un máximo de 30 minutos para los vehículos no acreditados entre los accesos por la Puerta de Valencia, el puente de la Trinidad y la bajada de las Casas Colgadas hasta el arco de Bezudo, la zona se llena de coches los fines de semana, hasta el punto de que “los padres con niños no pueden bajar a la calle” y vivir en esta zona se ha convertido en una “incomodidad”, fruto de lo cual alerta de su despoblación. “Cada vez hay más viviendas a la venta, si les interesa”, les dijo a los concejales.
A ello añadió el hecho de que apenas hay plazas para que los residentes puedan aparcar en San Martín y criticó que se haya prohibido el aparcamiento en la plaza de Ronda, lo que obliga a muchos vecinos a tener que bajar para estacionar su coche hasta Matadero Viejo.
Además, según sus cálculos, de las 210 plazas que según el Ayuntamiento se han habilitado como zona verde, solo para los vecinos, apenas habría en realidad en torno a 180, totalmente insuficientes para las más de 500 acreditaciones concedidas. “Nos obligan a dar 200 vueltas con el coche, subir para descargar, bajar, buscar aparcamiento….”
El concejal de Movilidad, Carlos Navarro, defendió que la situación está mejorando con el nuevo sistema. Y consideró que, según los distintos informes elaborados por los técnicos, la Policía Local y Protección Civil, no se pueden habilitar más plazas de aparcamiento ya que ello pondría en riesgo la seguridad de la circulación. “Y lo que nunca haremos nosotros ni nadie responsable es contravenir informes y hacer peligrar la seguridad de las personas”.
El alcalde, Ángel Mariscal, destacó por su parte que la corporación actual ha logrado erradicar el aparcamiento en la Plaza Mayor, donde hasta la pasada legislatura según sus datos solían aparcar en torno a 90 vehículos las noches de los fines de semana pese a que se trataba de una práctica ya entonces prohibida.
