El plan de desescalada, cuya fase 0 ha entrado este lunes en vigor permitiendo la reapertura al público, eso sí con cita previa, a todos los establecimientos y locales comerciales minoristas, no ha convencido al pequeño comercio conquense, que prácticamente en su mayoría ha optado por continuar con el cierre echado.
Y así se ha puesto de manifiesto desde la Asociación Provincial de Comercio de Cuenca. Ana Miralles, integrante de su Junta Directiva, califica de “incoherente e inviable” este plan de desescalada para el sector, que, encima, tal y como recalca, se daba a conocer a media tarde de este domingo, a tan solo unas horas de la reapertura de los comercios después de siete semanas de confinamiento y cierre y “sin tiempo material para adaptar los locales”.
Para Miralles en esta desescalada no se ha tenido en cuenta las características especiales del comercio minorista, de ahí que sea inviable, ahora mismo, reabrir los negocios en las actuales circunstancias. Y es que, según asegura, “en el pequeño comercio el subir la persiana tiene unos gastos ineludibles, que requieren de un mínimo de aforo para cubrirlos y, sin duda, con la cita previa no se pueden afrontar”. Es por ello que se muestre categórica a la hora de afirmar que “nos cuesta más dinero abrir que estar cerrados, a pesar de estar ansiosos por la reapertura de los negocios”.
Desde la Asociación Provincial de Comercio de Cuenca no entienden “cómo es posible que se permita a estos pequeños establecimientos abrir sus puertas cuando a los ciudadanos y, por lo tanto, potenciales clientes, se les condiciona el tiempo para salir a la calle”, indica Miralles. Algo que, a su juicio, no invita, desde luego, al consumo de ropa, calzado, complementos, etc., más bien a comprar bienes de primera necesidad, máxime si a ello se le suma el miedo al contagio aún muy presente entre la población.
Circunstancias nada propicias al consumo que, en opinión de los comerciantes conquenses, se ha visto agravada más aún, por la falta de información al sector y, como muestra, remarca el hecho de que se haya publicado la Orden Ministerial con las nuevas exigencias para combatir la propagación de la COVID con solo unas horas de antelación, lo que ha impedido a algunos de esos establecimientos que querían abrir este lunes tener listas sus instalaciones.
Una obligada adaptación que el sector recibe con resignación, pero con reticencia, sobre todo, por la inversión que ello conlleva, precisamente, en un momento bastante delicado después de casi dos meses sin ingresos y soportando una serie de gastos fijos; sin olvidar, por supuesto, la dificultad a la que se están enfrentando a la hora de proveerse del material necesario para garantizar la seguridad de sus clientes y sus trabajadores debido a la elevada demanda existente en la actualidad.
En este escenario no es de extrañar, por lo tanto, que la gran mayoría de las tiendas de ropa, calzado, complementos,… de la capital hayan optado por no abrir. Así, por ejemplo, Peteranne, la tienda de ropa de mujer de la que es responsable, Ana Miralles, no ha abierto sus puertas este lunes y probablemente ocurrirá lo mismo la próxima semana.
En circunstancias similares se encuentra Villa Cora Boutique, cuya propietaria, Fátima Priego, ha decidido por el momento mantener cerrado su negocio al público “hasta que no tenga la total seguridad de que la tienda reúna no solo todos los requisitos exigidos por Sanidad, sino también los que sean necesarios para garantizar la salud de todos”. Es por ello que confía en tener todo listo la próxima semana y así poder reabrir sus puertas, si bien “ya se verá”.
Habla de “precipitación” cuando se refiere a la actuación del Gobierno en este asunto, puesto que considera que “hay que dar un tiempo prudencial para la adaptación de los locales, máxime cuando estamos hablando una inversión importante para un pequeño negocio”.
El sector del comercio minorista de Cuenca no cree que la situación vaya a variar mucho la próxima semana. Miralles prevé que seguramente vayan a abrir algunos establecimientos, si bien “serán los menos”, porque, según señala, “hasta que no se normalice la situación y se levante el Estado de Alarma, la mayoría del pequeño comercio no podrá afrontar un regreso con garantías”.
Eso sí, no todo el comercio minorista ha optado por prolongar su cierre, como, por ejemplo, entre otros, Calzados P’asitos o la librería Libreralia que han reabierto sus puertas este lunes; este último informando a sus clientes en su escaparate sobre la necesidad de cita previa para poder acceder al establecimiento.