Las pancartas con los mensajes “La Paz no se rinde” o “Por un barrio digno” cumplen colgadas en los distintos muros de los bloques del vecindario de La Paz un año. Las pancartas que reivindican una acción por parte del Ayuntamiento en los accesos, aceras, vías y demás mobiliario urbano se mantienen ante las promesas de reforma previstas para otoño. Unas mejoras incluidas en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI) ‘Construyendo Juntos Nuestro Futuro’, que cuentan con un presupuesto de 900.000 euros destinados a este barrio, así como el de Fuente del Oro y Casablanca. A pesar de ello, los vecinos siguen sin tener conocimiento ni peticiones por parte del Consorcio para detallar las zonas afectadas, algunas de carácter urgente como el avanzado estado de ruina de las escaleras que comunican la barriada con la Plaza del Romero, o las aceras del espacio urbano, con multitud de puntos con baldosas sueltas, agrietadas y levantadas o directamente sin baldosas en la acera.
Desde la Asociación de Vecinos de La Paz a información sobre el proyecto: “Desde que el alcalde se reuniera con nosotros en mayo y prometiera actuaciones y reformas en el barrio, no hemos vuelto a saber nada”, declara Faustino Muñoz, presidente de la asociación. “Nuestro miedo recae en que la inversión que se nos ha prometido junto a otros barrios se quede en los escalones de acceso a la Plaza del Romero y no en el resto del barrio. Hay zonas de aceras que llevan sin tocarse 25 años, las situaciones han cambiado y ahora hay vecinos que necesitan accesos con rampa hacia los bloques. Una demanda en la que el Ayuntamiento se escuda en que parte de las aceras corresponden a los vecinos, es decir, son de propiedad privada y es necesario cederlas. Ante esto, hemos preguntando qué zonas son las necesarias para ponerlas a su disposición, pero no hemos recibido respuesta. Así, continuamos a la espera hasta otoño -fecha en la que el primer edil dictaminó la intervención-, de no ocurrir nada, volveremos a mover gente y manifestarnos por que La Paz sea un barrio digno”.
VÍAS CON PELIGRO
Otra de las incógnitas que exponen los vecinos es el porqué del reciente alquitranado de toda la Calle Cañete se paró justo en donde empieza el barrio: “Es inentendible, justo donde termina Camino Cañete hay un bache en una entrada de alcantarillado que cada vez se está hundiendo más, grietas en la carretera, pasos de cebra que necesitan ser repintados pero que no se tocaron, sin embargo, si marcaron de nuevo las zonas azules, es inentendible”. En situación similar se encuentra la vía que transita por el interior del grupo de viviendas, con zonas donde se aprecia un hundimiento en la curva que recorre el muro resquebrajado que da a la calle Eras del Tío Cañamón. La estructura presenta una grieta en ambos lados de su lateral, una situación de la que Faustino Muñoz advierte: “el muro se está hundiendo hacia dentro, si no se refuerza, tarde o temprano cederá y dios no quiera que tengamos que lamentar daños”.
"Si en otoño no ocurre nada, volveremos a protestar"
ESCALERAS SIN ESCALONES
Una de las zonas de mayor deterioro son las escaleras que conecta el Grupo La Paz con la Plaza del Romero. Estos accesos, algunos de ellos precintados pero con la cinta policial cortada, suponen todo un atrevimiento para aquellos que se decidan a atravesarlos. Así, en uno de los accesos puede comprobarse uno de los muros derribados sin ningún tipo de impedimento para acceder a esta zona escombrada. “Después de las primeras pancartas y reuniones, se colocaron unas vallas para cortar el paso, con lo que creímos que se iban a realizar alguna acción de emergencia que mejorara el estado de estas escaleras que unen el barrio con la salida a Fermín Caballero. Sin embargo, cuando llegó la semana de la vuelta ciclista, las retiraron y no las volvimos a ver”, nos comentan desde el colectivo vecinal. Estos accesos ha dejado de utilizarse ya que suponen una vía de riesgo para cualquier persona por resultar prácticamente intransitables. Hay cascotes, escalones partidos y multitud de escombros y desperdicios.
FALTA DE ILUMINACIÓN Y SERVICIOS MÍNIMOS
Al estado del firme y las aceras, árboles que levantan el suelo de la salida de bloques y demás zonas que necesitan atención se les une la iluminación y la ausencia de papeleras. “Las farolas del interior del vecindario llevan 25 años sin cambiarse, la luz es insuficiente y hay zonas que no llegan a estar iluminadas, si a eso le sumas como están las aceras, es un peligro. Por otro lado, en todo el barrio sólo tenemos dos papeleras. Mientras que una calle más abajo en el Instituto Pedro Mercedes tienes hasta ocho en menor espacio”. Pequeños actos que los vecinos creen que tienen fácil solución pero que no se llevan a cabo.
Por el momento, los vecinos siguen a la espera de una respuesta. Sí tiene por seguro que ésta no llegará vía Twitter, puesto que la cuenta de la Asociación de Vecinos sigue estando bloqueada por el propio Alcalde. A pesar de ello no pierden la fe, pero reconocen que cada vez les queda menos paciencia: “Después de un año cada vez es más frustrante, pero seguiremos resistiendo y esperando a que el equipo de Gobierno se siente y nos demande qué es necesario para arreglar nuestro barrio para así colaborar con ellos, que escuchen nuestras peticiones y, lo más importante, que estas se lleven a cabo con el consenso entre administración y vecinos”.
NO RETIRARÁN LAS PANCARTAS
El colectivo vecinal ha incidido en que mantendrán las pancartas con las peticiones de arreglo y situación equivalente a otros vecindarios pese a la petición del primer edil de retirarlas. “Las reivindicaciones seguirán puestas exigiendo un barrio digno hasta que veamos que se nos toma en cuenta y arreglan los desperfectos”.
