Hablar del mes de diciembre y, más concretamente, de Navidad en numerosas ocasiones es sinónimo de excesos. Muchos son los compromisos en torno a un mantel en estos días tan señalados, bien con amigos, familiares o compañeros de trabajo, que, sin duda, ponen a prueba a cualquiera.
Y eso que, año tras año, es habitual marcarse ese propósito de no comer más de la cuenta y controlar lo que ingerimos en cada uno de esos encuentros. Pero la realidad es que, si no es en una cita es en otra, al final se termina comiendo más de lo habitual, lo que suele llevar consigo no solo problemas de digestión, sino también de salud.
Siempre hay gente que recurre a remedios caseros, algunos de ellos bastante efectivos, sin embargo, el sentido común invita a acudir a los profesionales de la salud, como pueden ser los farmacéuticos, en busca de recomendaciones y consejos adecuados para sobrellevar los más que probables excesos de estos días.
RECOMENDACIONES
La farmacéutica conquense Verónica Tomillo se inclina por seguir las recomendaciones lanzadas por la Vocalía Nacional de Alimentación del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, que, en primer lugar, apuestan por la conveniencia de seguir unas pautas para evitar posibles síntomas a consecuencia de las considerables ingestas en cenas y comidas de Navidad.
Planificar los menús con antelación, utilizar alimentos con pocas calorías, incorporar productos con fibra o vigilar nuestra hidratación con el consumo de suficiente agua son solo algunas de esas pautas que Tomillo aconseja tener muy en cuenta en estas fechas.
Asimismo, considera conveniente el hacer actividad física, tanto los días previos como posteriores a los grandes excesos, ser un ejemplo para los niños y, sobre todo, disfrutar de la comida con calma; es decir, masticando y saboreando los platos adecuadamente para facilitar una buena digestión.
Ahora bien, Tomillo reconoce que “es casi inevitable no comer y no excederse en algún momento en estos días”, de ahí esos copiosos banquetes navideños lleven consigo una serie de consecuencias y pasen factura, como por ejemplo problemas de acidez, reflujo, gases, empacho, diarreas o vómitos, entre otros.
Situaciones todas ellas que en muchas ocasiones suelen desembocar en una farmacia en busca de algún remedio que alivie los problemas de estas grandes ingestas. Los antiácidos para casos de acidez o los probióticos para las situaciones de gastroenteritis o vómitos son algunos de los más comunes en estas fechas.
En este sentido, Tomillo llama la atención sobre algunos remedios caseros muy conocidos por todos, que no son tan aconsejables para tratar ciertas dolencias derivadas de una generosa ingesta de comida. Dos de ellos pueden ser el bicarbonato o el zumo de frutas que no son nada recomendables, todo lo contrario, puesto que aumentan la acidez y no solucionarían el malestar. Y en esta línea, se situaría la costumbre de tomar Fortasec ante una descomposición, porque “este fármaco ocasiona un tapón y en caso de que tengamos algún virus, va a seguir ahí logrando el efecto totalmente contrario”, indica.
Así las cosas, con el fin de evitar estos problemas, lo ideal sería, en opinión de esta farmacéutica conquense, comer alimentos ricos en fibra, disminuir todo lo que podamos el consumo de dulces, grasas y bebidas alcohólicas y no picar entre horas.