"La Pasionaria fue una mujer muy importante que merece ser recordada en el siglo XXI"

El historiador Mario Amorós presentó este miércoles en la biblioteca Fermín Caballero de Cuenca el libro ‘¡No pasarán!’, la biografía de Dolores Ibárruri Gómez, conocida como la Pasionaria, en un acto que ha contado con la presencia de su nieta, Lola Ruiz-Ibárruri, y que ha sido presentado por Elena Iniesta, del Partido Comunista de España (PCE) de Cuenca. “Fue una mujer muy importante en el siglo XX que merece ser recuperada y recordada en el siglo XXI”, resaltaba el autor.

Ante una sala repleta de público, Amorós desgranó el libro en un acto que se enmarca dentro de las actividades organizadas por el PCE de Cuenca en el programa ‘Abril Republicano’. Una de las aportaciones de la obra es que el autor ha tenido la oportunidad de bucear en el archivo personal de Pasionaria, que custodia su nieta, lo que le ha permitido hacer una “biografía muy exhaustiva y completa” de su figura.

Un archivo que engloba numerosa correspondencia, documentación del PCE y sus discursos escritos a mano, entre otros textos, lo que ayuda a entender la vida de esta vizcaína que se trasladó a Madrid en los años treinta y el importante papel que desempeñó en la Segunda República, durante la guerra civil española y en el exilio.

“Fue una mujer que cautivó, que se convirtió en un símbolo en las primeras semanas, meses de la guerra civil en España. Primero, porque es la persona del Partido Comunista que mejor trasmite al pueblo las posiciones del PCE, que en el verano del 36 se convirtió en el eje de la resistencia de la República Española contra el fascismo. Y también colabora a esa creación del mito la propaganda comunista en España y fuera del país. La consigna de ‘no pasarán’ o el rostro de Dolores, sus discursos, son publicados en periódicos de los cinco continentes. Se convierte en un verdadero mito del siglo XX”, resalta.

El libro también relata la añoranza de Ibárruri de España, una experiencia “muy dura, muy amarga” para ella. “Para los republicanos, fueron 40 años de exilio”, recuerda. “Ella se sentía muy orgullosa de ser vasca. Es muy impresionante leerlo en sus discursos, lejos del país. Aunque ella sí pudo materializar la esperanza de regresar”, subraya.

Ibárruri fue la única diputada de la República que volvió a serlo tras la muerte de Franco, de 1977 a 1979. “Ella nunca vuelve a tomar la palabra en el Congreso de los Diputados pero la figura de Pasionaria del brazo de Rafael Alberti saludando al presidente, Alfonso Suárez, fue una foto icónica de la Transición”, señala.

Primera mujer en dirigir un partido político en la historia de nuestro país, “y de las primeras del mundo seguramente”, la Pasionaria fue también “una pionera del feminismo en España”, hablando del derecho a la igualdad de las mujeres en el trabajo y en el hogar.

Como madre que había perdido a cuatro hijas, Ibárruri también hacía muchas referencias durante sus alocuciones a la maternidad. “Esa experiencia tan dolorosa marca mucho su discurso político”, puntualiza.