Arte en la Catedral de Cuenca
Paralizada la obra de la Antecapilla de la Virgen del Sagrario de la Catedral
Al igual que en otras muchas actuaciones, la pandemia de la COVID-19 ha llevado consigo la paralización de las labores de restauración de las pinturas murales de la bóveda de la Antecapilla de la Virgen del Sagrario de la Catedral, que está llevando a cabo el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE).
Intervención sobre estas pinturas del siglo XVII, obra de Andrés de Vargas, que se iniciaron en el último trimestre del pasado año y que, en la actualidad, ya se encuentran al 90 por ciento de su ejecución, tal y como ha confirmado a Las Noticias el director y capellán mayor de la Catedral de Cuenca, Miguel Ángel Albares.
Ejecutadas por la empresa Repristinare y dirigidas por Teresa Valle Fernández, conservadora-restauradora del Departamento de Pintura Mural del citado instituto nacional, estas labores se están centrando, según explica Albares, en la recuperación de estas fantásticas pinturas que reproducen un cielo lleno de angelitos que portan emblemas marianos.
Una antesala magnífica, en opinión del director de la Catedral, que da paso a la Capilla de la Virgen del Sagrario, cuya construcción se inició por el arquitecto Fray Alberto de la Madre de Dios con la puesta de la primera piedra en diciembre de 1629, diseñando una capilla de cruz latina con cúpula con lucernario en el crucero, y de estilo herreriano. Los mármoles que la adornan son de La Serranía de Cuenca y las pinturas al fresco de la bóveda son del conquense Andrés de Vargas (1613-1674), al igual que las pinturas de la Antecapilla.
Pinturas que, por cierto, fueron objeto de un importante retoque en 1684, encargado a Juan Antonio Saceles, que actuó como “braghettone”, al igual que Daniele de Volterra con la pintura del Juicio Final de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina del Vaticano, tapando las desnudeces de los angelotes. Intervención ésta de finales del XVII que se va a retirar en esta restauración recuperando los desnudos originales de Vargas, según ha detallado Albares.
Una intervención, tal y como recalca Albares, que está a la espera de cómo se desarrollen los acontecimientos de la crisis sanitaria con el fin de reanudar los trabajos cuanto antes y poder así volver a disfrutar de estas magníficas pinturas murales sobre bóveda gótica con todo su esplendor.