“Para mí, la Semana Santa lo es todo”

Pregonar la Semana Santa de Cuenca es, para Juan Ignacio Cantero (Cuenca, 1992), un sueño cumplido. Conseguirlo nunca fue un objetivo para él, pero, ahora que lo ha logrado, solo puede sentirse “orgulloso y agradecido”. Para un nazareno de pro como él, con un sentimiento semanasantero que ha crecido exponencialmente con el paso de los años, esta Semana de Pasión va a ser, como imaginarán, “muy especial”.
Juan Ignacio, que a sí mismo se describe como periodista, escritor y nazareno, utilizará su pluma, su particular manera de escribir y el gran altavoz que supone pregonar la Semana Santa para transmitir “ilusión y ganas” a los conquenses, puesto que quiere que la gente salga del Teatro-Auditorio ‘José Luis Perales’ de la capital conquense “con el corazón enaltecido, con ganas de que sea ya Domingo de Ramos y se abran las puertas de San Andrés”, cuenta.

Precisamente ese día, el Domingo de Ramos, vivirá uno de los momentos más significativos para él dentro de la Semana Santa y es que, aunque no es de lágrima fácil, sí que estar dentro de la citada iglesia preparado para salir con la Virgen de la Esperanza, escuchar los tres toques en la puerta y el primer redoble de tambor es algo que le emociona y mucho. “Es mágico”, expresa. Del mismo modo, el Martes Santo le conmueve la entrada de El Bautismo en la Plaza Mayor ya que es el representante de la Hermandad. También la llegada de Las Angustias al convento de las Concepcionistas en la Puerta de Valencia el Viernes Santo. “Se me derraman las lágrimas por los recuerdos y por el significado que tiene ese momento para mí”.
Además, como es habitual cada Jueves Santo desde que era pequeño su padre le ayuda a vestirse y prepararse para procesionar con El Huerto de San Antón, la hermandad de la que forma parte toda la familia. “Ese día no hay nada más que mi familia y El Huerto, lo vivimos todos juntos, comemos, merendamos... Es una tradición que me han transmitido mis padres y mis abuelos”, confiesa.
Más allá de pregonar la Semana Santa, participará activamente como bancero en diferentes procesiones. “Voy a seguir haciendo las mismas cosas de siempre”, explica. “Sacaré la Virgen de la Esperanza el Domingo de Ramos, el Huerto de San Antón y Las Angustias”, relata. Cumplirá las promesas que tenía pendientes tras la cancelación de la mayoría de recorridos el año pasado y portará sus banzos habituales.

Todo esto, lo que significa la Semana Santa para él, sus vivencias, tradiciones y pasión nazarena se percibirá en el texto del pregón. Será, sin duda, expresivo, sentimental, emotivo y de calidad; y quedará grabado para siempre en la historia de la Semana Santa de Cuenca, pero también en la memoria de Clara, su pareja, la única persona que le ha acompañado en el proceso de redacción y corrección. “Confío mucho en ella, quería que fuese algo totalmente mío, no quería verme condicionado o influenciado por lo que dijera mi familia o amigos y creo que la decisión que tomé es la correcta. Va a ser una sopresa para todo el mundo, pero voy a ser fiel a lo que soy, a mi estilo”, subraya.
En el pregón, se notará que, para Juan Ignacio, “la Semana Santa lo es todo, aunque evidentemente no es el centro de la vida, sí que es una celebración que vertebra muchísimo la ciudad, que une a la gente”, dice. Y es que, la Semana Santa, “para los que la vivimos, es algo indescriptible”.
Como curiosidad, este año ha recibido “muchísimos” regalos tanto de las hermandades de las que forma parte como de personas cercanas. Ha colaborado en múltiples publicaciones de Semana Santa y, precisamente durante el pregón llevará puestos unos gemelos que ha recibido de parte de El Bautismo, pero hay otros presentes también “muy especiales” que prefiere no desvelar.
Al terminar, una vez haya pasado el pregón, disfrutará en compañía de los suyos de una cena con su familia y aquellos allegados que son fundamentales en su vida. “Quiero disfrutar del pregón y de la Semana Santa en general rodeado de los míos”, concluye.
