Es noticia en Cuenca: Dana 2024
Barrios

Las papeleras llegan al Cerro de la Horca ocho años después

Los vecinos de este barrio de la Ronda Oeste insisten en que son muchas más sus necesidades, como la urbanización de la calzada, la instalación de bancos y de árboles o la construcción de un parque infantil
Las papeleras llegan al Cerro  de la Horca ocho años después
Operarios de la empresa FCC instalan las papeleras, las primeras con cenicero de la ciudad. Foto: Saúl García
11/02/2019 - Gorka Díez

Las papeleras han llegado por fin al barrio del Cerro de la Horca, en la Ronda Oeste, ocho años después de la entrega de las primeras llaves de viviendas a sus vecinos, que en la actualidad rondan los 500 distribuidos en una docena de inmuebles.

Se trata de una noticia que los vecinos agradecen, aunque no sin ciertas reservas, pues entienden que llega demasiado tarde y que todavía son muchas más sus necesidades: “Con esto no hacemos nada: es como si echaran migas a los pájaros. Necesitamos también bancos, bolardos, un parque infantil o una nueva capa de rodadura en la calzada que elimine los bordillos, porque tenemos escalones de hasta 10 centímetros”, señala su presidente, Miguel Ángel Moraga.

En junio del pasado año, hay que recordar, los vecinos registraron en el Ayuntamiento 312 reclamaciones para pedir que en los presupuestos de 2018 se incluyera una partida de al menos 900.000 euros que se añadiera a los 400.000 que estarían disponibles de la garantía incautada a la empresa a la que se adjudicó urbanizar los terrenos para terminar el barrio.

Asimismo, en agosto de 2018, Ciudadanos exigía al equipo municipal, como condición para respaldar los presupuestos municipales, que dotara de bancos y papeleras a este barrio de la ciudad antes de que finalizara el año e iniciara las obras de la urbanización de su conjunto en la primavera de 2019.

Pero, de momento, lo único que ha llegado, y con retraso, son unas papeleras, incluidas en las más de 700 que, con cenicero incorporado, la nueva empresa adjudicataria de la limpieza, FCC, anunció hace unos meses que iba a distribuir por la ciudad, tanto por zonas que hasta ahora carecían de ellas como para sustituir aquellas en estado muy deteriorado.

“No tenemos parques ni árboles, está todo lleno de matojos. Tampoco zonas infantiles para ir con nuestros hijos, ni por donde pasear”, insisten en denunciar unos vecinos que también consideran que se le debería sacar provecho a dos amplias parcelas sin construir que serían de propiedad municipal. Del mismo modo, denuncian otro tipo de cuestiones como la falta de limpieza y mantenimiento en el barrio o la ausencia de transporte público.

En estos ya ocho años, aseguran asimismo que los servicios municipales solo han intervenido una vez en el barrio, en concreto en marzo de 2017 para tapar algunos baches de una carretera que, además de con sus viviendas, comunica con el polígono de La Cerrajera, lo que hace que regularmente soporte el paso de vehículos pesados. Y ello a pesar de que en el mismo mes en el que los vecinos presentaron sus reclamaciones, junio de 2018, el Ayuntamiento aseguraba haber dado instrucciones a la Gerencia Municipal de Urbanismo para que iniciara “los procedimientos precisos para hacer efectiva la finalización de las obras de urbanización del Cerro de la Horca”, con trabajos como la finalización de servicios urbanos, acerados, aparcamientos, muros de contención en calles como Leonor Plantagenet, Magdalena de Santiago y Avenida de la Igualdad, extensión de capa de rodadura de aglomerado asfáltico, ejecución de la zona verde junto al Río Moscas, colocación de mobiliario urbano, plantación de arbolado en los alcorques de las calles y señalización horizontal y vertical en todos los viales.

"Después de ocho años no nos podemos fiar y no descartamos denunciar”

La urbanización de este barrio será, probablemente, una de las medidas que los distintos partidos que aspiran a gobernar la ciudad durante los próximos cuatro años incluyan en sus programas. Pero ya son dos las legislaturas que el barrio va a cumplir sin que, hasta la fecha, ninguno de los dos partidos que han gobernado haya solucionado sus problemas. Y a los vecinos les importan poco las promesas: quieren hechos. “Después de ocho años no nos podemos fiar y no descartamos volver a denunciar al Ayuntamiento”, remata el presidente de unos vecinos que este jueves tenían prevista una reunión.