Los padres de Sergio Morate, J.A.M. y M.J. G., se han acogido, al igual que su hijo, O.M. a su derecho a no declarar y se han negado también a contestar a las preguntas de ninguna de las partes, y han abandonado la sala. Su hermano O.M., que ha comparecido por videoconferencia, se ha acogido al mismo derecho a no declarar y no ha contestado a ninguna pregunta.
El 13 de agosto de 2015, horas antes de que Morate fuese detenido en la localidad rumana de Lugoj, su familia hizo público un comunicado a través de Facebook en el que le recordaba que no solo había asesinado a las jóvenes, sino también a la familia de ambas y a la suya propia, aseverando que no existe “escusa ni perdón para una atrocidad así”. En el comunicado su familia mostraba su deseo de que le localizasen y encerrasen indefinidamente y que su mente “perturbada” se recuperase para darse cuenta de que también se mató él, a quien se referían como una “abominación”.
También agradecían el trabajo a los agentes de policía que participaron en los rastreos que tuvieron un “terrible desenlace” tras el cual, “en solo unos segundos, el mundo se hundió”.
TÍAS DEL ACUSADO
A.M.M., tía de Morate, ha declarado este lunes, en el transcurso de la primera sesión de la vista oral que se sigue contra su sobrino en la Audiencia Provincial de Cuenca que, estando junto a sus padres, vio a su sobrino sobre las 20.30 del 6 de agosto en la finca de Chillarón, donde, a bordo de un vehículo pequeño, pidió a sus familiares que no cerraran la puerta y estuvo poco tiempo, apenas “cinco o diez minutos”.
El padre de la testigo le preguntó cuándo le iba a arreglar la televisión y le contestó que el lunes y ha dicho que le extrañó la “prisa” que tenía, aunque no le comentó que se iba al extranjero.
Una vez conocido que ambas chicas habían desaparecido, llamó a su sobrino al día siguiente y no pudo contactar con él ni verlo y ha dicho que participó en la redacción del comunicado en el que comunicaron el sentimiento que la familia tenía hacia las chicas, ya que con Marina mantenían una relación de familia.
Esta testigo conocía la relación de su sobrino con la víctima y que Sergio acudió a Ucrania a buscar a Marina en uno de sus viajes así como que los había visto discutir.
M.L.M., tía también de Sergio Morate ha dicho que el acusado le dijo por WhatsApp, el día anterior a los hechos, que quería ir a Latinoamérica “o a un lugar donde se hablara español”.
Asimismo, ha asegurado que la última vez que lo vio, el día 5 de agosto, le encontró “tristón”, aunque no le trasladó su intención de abandonar el país o a ir a Rumanía, aunque ya en Navidades Marina le había comunicado que ambos acudirían en este país al bautizo del hijo de Istvan Horvath.
El día de los hechos, la madre de Morate, junto a la policía, la llamaron para que abriera la nave de la fábrica familiar y llamó a su sobrino desaparecido, “y tampoco contestó”.
También ha dicho desconocer si entre Marina y Morate existía una mala relación o si hubo algún episodio de malos tratos desde el mes de abril de 2015 y ha dicho que después de que cortaran Marina le llamaba.
La última vez que vio a Marina fue en febrero de 2015, después de que ella dejara a trabajar en una tienda de muebles de la familia y antes de que se marchara de viaje a Ucrania.
También ha dicho que Sergio conoce Palomera “desde pequeño, adonde solía ir habitualmente” e imagina que “conocía los alrededores y sus parajes”.