Una escapada a Cuenca siempre merece la pena. La belleza de la ciudad suspendida entre las rocas que abrazan las hoces del Júcar y el Huécar, se erige como una joya del patrimonio mundial y es un destino idóneo en cualquier época del año, pero en otoño, sin duda, es mágico. La luz proyectada en la amplia gama de colores amarillos, ocres y rojos caducos que se mezclan con el verde del arbolado y vegetación perenne, dentro y fuera de la ciudad despliega todo su encanto en un paisaje inigualable.
Este derroche de belleza otoñal junto a la oferta cultural, patrimonial, paisajística, gastronómica o multiaventura es tan amplia y atractiva que no se pueden desperdiciar los próximos fines de semana para disfrutar de Cuenca en su máximo esplendor, que este año, además en la recta final de la capitalidad Española de la Gastronomía que ostenta este año la ciudad.
La amplia gama de colores amarillos, ocres, rojos y verdes configuran un paisaje mágico tanto en la ciudad, Patrimonio de la Humanidad, como en el impresionante medio natural que la rodea
Tanto si se aprovecha el puente de la Inmaculada como si se opta por una visita de fin de semana, a Cuenca, Ciudad Patrimonio de la Humanidad hay que venir con la premisa de que más que una ciudad para visitar es un lugar para explorar con calma, dejándose envolver por calles y monumentos que emanan historia, como la majestuosa Catedral de Santa María y San Julián, construida a lo largo de los siglos, que revela la evolución de la arquitectura gótica y renacentista. Sus capillas, rejas impresionantes y vidrieras mágicas.
El patrimonio, la cultura y el arte se respiran en cada rincón de Cuenca, y sus museos son testigos de ello. El Museo de Arte Abstracto, ubicado en las emblemáticas Casas Colgadas, exhibe la riqueza de la generación abstracta de los años 50 y 60 en España, con obras de artistas como Antonio Saura, Fernando Zóbel y Gerardo Rueda.
El Museo-Fundación Antonio Pérez, ofrece un largo recorrido por el informalismo, la abstracción y el arte pop. Desde Andy Warhol al propio Antonio Pérez, pasando por Canogar y Chillida, Millares, Antonio Saura o Gustavo Torner, la FAP contempla 30 salas repletas de obras de arte contemporáneo.
O la Colección Roberto Polo, en la Iglesia de Santa Cruz (siglos XVI-XVIII), que presenta una mirada a las vanguardias históricas de Europa, con obras de Delacroix, Degas y Picasso.
Para los visitantes con niños, Cuenca ofrece experiencias educativas y divertidas en el Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha, una oportunidad única para adentrarse en la “Tierra de dinosaurios” y conocer especímenes únicos que vivieron hace aproximadamente 125 millones de años, en el Cretácico Inferior; ejemplares tan curiosos y únicos como un saurópodo titanosaurio de más de 12 metros de longitud del Cretácico superior, o el ave primitiva Iberomesornis romerali.
Por otro lado, el Museo Regional de las Ciencias propone un viaje por el planeta Tierra, y desde su planetario nos transporta a un viaje fascinante por la historia de la Astronomía.
Pero Cuenca no solo cautiva con su capital, cerca de la ciudad encontramos el Parque Natural de la Serranía, que ofrece un abanico de actividades de turismo activo. Con su rica biodiversidad y paisajes impresionantes, es un paraíso para los amantes de la espeleología, rutas en piragua, a caballo o en quads, senderismo, además de experiencias micológicas únicas.
Desde la mítica Ciudad Encantada, con sus formaciones rocosas esculpidas por la naturaleza, hasta el Parque Cinegético de El Hosquillo, que ofrece un entorno natural impresionante para observar osos, lobos, ciervos y aves rapaces, la naturaleza se convierte en un aliado perfecto para complementar la experiencia.
No menos impresionantes son los vestigios arqueológicos que nos transportan a la época romana, como el yacimiento visitable de Noheda, una villa de los siglos I a.C.-VI d. C., conocida internacionalmente por albergar el mosaico figurativo más espectacular de todo el Imperio. O el imponente Parque Arqueológico de Segóbriga, uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de la Meseta, donde a través de la realidad aumentada, el visitante puede conocer de primera mano su impresionante patrimonio. A tener en cuenta también las ciudades romanas de Ercávica y Valeria para completar el tour por la Cuenca romana.
Además, la provincia de Cuenca posee una belleza extraordinaria con pueblos como Belmonte y su imponente Castillo, que conserva detalles mudéjares, góticos y elementos originales de cinco siglos atrás. En la Puerta de la Serranía, Priego conserva una riqueza arquitectónica de estilo renacentista, islámico y medieval; la iglesia gótica de San Nicolás de Bari y las casas blasonadas y de la Inquisición. Como añadido, en esta comarca, el otoño despliega todo su esplendor con los colores rojizos de los campos de mimbre que se mezclan con los ocres, oros y verdes característicos de esta época.
Cuenca deliciosa
La gastronomía es otro de los platos fuertes de la atracción turística de Cuenca, que este año ostenta el título de Capital Gastronómica, un reconocimiento a su rica tradición culinaria. Los restaurantes Raíz Culinaria en la provincia son paradas obligatorias para los amantes de la buena mesa, donde encontrarán platos tradicionales y propuestas vanguardistas en una amplia oferta culinaria que despierta todos los sentidos.
Desde morteruelo y ajo arriero hasta platos de caza y quesos, la gastronomía conquense deleita a los paladares más exigentes. Los vinos de la tierra y licores como el resoli y el aguardiente de la Sierra completan esta experiencia culinaria única en la que la tradición se fusiona con la vanguardia.
La provincia de Cuenca se enorgullece de sus embajadores culinarios, restaurantes que llevan consigo la autenticidad de la cocina local. De la Casa de la Sirena hasta La Martina, cada establecimiento se convierte en un portavoz de la amplia variedad de los sabores conquenses.
Desde los menús degustación en el icónico Restaurante Casas Colgadas, que junto a la Casa de la Sirena regenta el chef Jesús Segura, hasta las propuestas libres y dinámicas que abrazan la temporalidad del producto en el Restaurante Fuentelgato, en Huerta del Marquesado (Sol Repsol) las experiencias gastronómicas que nos esperan de Cuenca son de alto nivel.
En la capital, no podemos perder la oportunidad de recorrer la historia de la tierra con la propuesta de Miguel Escutia, en el Raff San Pedro (Sol Repsol recomendado por Michelin y Premio Gastronomía CLM), una cocina con toda la esencia de la tradición pero adaptada a los tiempos. O recorrer esta misma historia pero salpicada de platos internacionales en el Olea Comedor (Bid Gourmand Michelin, recomendado por Repsol).
Otra propuesta interesante, recomendada por Repsol es la cocina nacional y manchega Figón del Huécar (Premio de Gastronomía de C-LM), donde además, por su enclave, se puede disfrutar de unas privilegiadas vistas a la hoz desde la que durante dos décadas fue casa de José Luis Perales. Y si lo que nos apetece es una cocina de autor y creativa, nos encontramos con propuestas como la de la chef Mari Paz Martínez en Casa Marlo (Premio Gastronomía de C-LM).
Si por algo se distingue la oferta culinaria de Cuenca es por su gran variedad de matices y propuestas de distintas comarcas, donde las apuestas por la cocina de calidad son cada día más numerosas. Destacan, entre otros los restaurantes con distinción Bib Gourman Michelin, como el Restaurante Nelia, en Villalba de la Sierra, una cocina conquense renovada con sello de la casa, o La Martina, en Tarancón, donde conviven recetas tradicionales con creaciones de vanguardia.
En esta última localidad, sobresale también la cocina creativa de Finca la Estacada (Premio Gastronomía de C-LM), o el Restaurante Essentia, un gastrobar recomendado por Repsol, que es Premio Nacional de Tarta de Queso 2021.
Otros lugares de gran interés son el Hotel Restaurante Setos (Solete Repsol) en Motilla del Palancar, un punto de referencia para visitar Cuenca y parajes tan sorprendentes como los de Alarcón o las hoces del Cabriel. La Muralla, en Cañete, y La Rebotica, en Cardenete, son otros de los restaurantes recomendados por la Guía Repsol, que además son Premio Gastronomía de C-LM y que completan a lo grande la experiencia de disfrutar del otoño de oro en Cuenca.
Etiquetas:
Publirreportaje
