En Las Noticias llevamos meses denunciando la situación de deterioro en que se encuentran no pocas aceras de la ciudad, muchas de ellas con las baldosas rotas, o desaparecidas, con el hueco al descubierto. Una realidad que, entre otras cosas, estaría detrás de las caídas de personas que después han denunciado al ayuntamiento y obtenido la correspondiente indemnización.
Precisamente en el pleno celebrado este lunes, el Grupo Municipal de Izquierda Unida preguntaba cuánto dinero se ha gastado el Ayuntamiento de Cuenca en esta legislatura en pagar indemnizaciones a la gente que sufre accidentes en la calle por el mal estado de estas, al tiempo que se preguntaba “si no sería más rentable tener arreglados los baches en vez de ir pagando indemnizaciones de este tipo constantemente”.
Sucede no obstante que, entre esta semana y la pasada, se está renovando el acerado de al menos tres zonas con baldosas rotas desde hace varios años de las que se informó en esta publicación: el Paseo del Pinar, en Fuente del Oro, en las inmediaciones del colegio público; el tramo de Repúbica Argentina que comunica la Gerencia de Urbanismo con el barrio de Buenavista, los institutos, el hospital y la Universidad; y la acera de la calle Antonio Maura anexa al parque de Santa Ana en las inmediaciones de los terrenos donde los martes se instala el mercadillo.
También se han realizado trabajos de reparación del pavimento frente al antiguo Centro de Recepción de Turistas.
¿Por qué justo ahora?
Antonio Gómez, presidente vecinal de Fuente del Oro y representante de la Federación de Asociaciones de Vecinos y Usuarios de Cuenca, valora estos arreglos, sobre todo en zonas como el puente sobre el río Júcar de entrada a Cuenca por la carretera de Madrid, “donde las baldosas se movían y en los días de lluvia te ponías perdido de agua”.
Pero se pregunta por qué no se hicieron estos trabajos hace un año y se hacen ahora, máxime teniendo en cuenta que “los operarios que lo han hecho son los mismos que trabajan todo el año”.
En este sentido, Gómez tiene claro que “siempre que se acercan las elecciones es cuando en el ayuntamiento se mueven un poco”. Y advierte, además, de que tampoco se está llevando a cabo “todo cuanto se necesita”.
Faltaría, por ejemplo, como IU pedía en su moción, que se repararan dos tramos de acera muy peligrosos: el de los pares de la calle Río Villalvilla y el de los impares del Camino Cañete, “con numerosas baldosas rotas, sueltas e incluso fuera de su sitio”.
También, esta formación pide que se acabe con la “curiosa práctica” de señalizar baches u obras inacabadas con vallas de obra, que “permanecen durante meses en el lugar sin que se arregle el problema”, o las barandillas rotas que son sustituidas también por vallas de obra “sine die”.
Esto último es algo que sigue sucediendo en el socavón abierto hace ya más de un año en la plaza de la Constitución y tanto en una valla del puente que comunica el hospital Alameda con la rotonda del parque de Bomberos como en otra ubicada frente a la Gerencia de Urbanismo.
La opinión generalizada que tienen muchos vecinos sigue siendo así la de que la ciudad está muy descuidada, con numerosas baldosas rotas, pendientes desde hace meses de ser cambiadas, especialmente en zonas como los barrios de Casablanca y La Paz, y calles enteras, como las renovadas en la legislatura de Francisco Javier Pulido a través del plan E, totalmente ennegrecidas en la Avenida Reyes Católicos o calles céntricas como Aguirre o Sánchez Vera.
