Villancicos y entrega en mano de una tarjeta navideña elaborada por ellos mismos. Es la forma en la que los alumnos del Ramón y Cajal han querido reconocer y agradecer a los pequeños comercios y servicios de su barrio la labor que realizan.
Una hermosa iniciativa con la que además han llenado de alegría todo el barrio después de la dura etapa que está suponiendo la pandemia para todos los vecinos.
Con panderetas, gorros y otros elementos navideños, los pequeños, divididos en siete grupos, han recorrido las calles colindantes al centro educativo acompañados por sus profesores en lo que han denominado ‘Operación felicidad’.
Una inciativa que, en la línea de la educación en valores que se trabaja el colegio, se ha buscado además incentivar entre los alumnos “la amabilidad, cercanía y gratitud” hacia todos los trabajadores de su entorno.
Así desde las 9 de la mañana, los escolares han recorrido uno a uno los pequeños negocios del barrio, desde los bares, a la farmacia, panadería, carnicería, peluquería, imprenta o reparación de calzado, entre otros muchos.
Pero también han pasado por la oficina de Empleo, Correos, la Subdelegación de Defensa, el Convento de las MM Concepcionistas, el Centro de Mayores, comedor escolar, el Centro Cultural Aguirre, la Diputación y el Centro Ocupacional Infantas de España, precismente este último ha sido uno de los puntos donde ha finalizado el recorrido de los escolares.
En total, los alumnos del CEIP Ramón y Cajal, desde Infantil a 6º de Primaria, han repartido las más de 200 tarjetas navideñas que han salido de sus propias manos, elaboradas “según su propio criterio” con los materiales que contaban en el centro, indican a Las Noticias profesores del colegio conquense.
Con esta actividad, “inclusiva, global, integradora y abierta” el CEIP Ramón y Cajal ha querido felicitar de una forma especial a todos los trabajadores que desarrollan su actividad en los establecimientos que rodean el colegio, visibilizar la importancia de su labor para hacer más fácil y agradable la vida de todos los vecinos y llevar a todos los vecinos la alegría y la ilusión de la Navidad.
Y que mejor forma de hacerlo que con la sonrisa de los niños, su ilusión y el sonido de los villancicos tradicionales que a lo largo de toda la mañana han entonado en diversos puntos para llegar a tofos los vecinos barrio.