La enfermera y religiosa Pennamma Joseph Vattappulathu ha dedicado su vida a trabajar en la India en diversos centros de salud de zonas marginales y en centro educativos con niños que habían sido abandonados.
Vivía en la calle formando parte de la orden de Misioneras de María Mediadora, una congregación religiosa fundada en los años cuarenta por la pontevedresa Madre Rosario Fernández Pereira y que en la actualidad tiene presencia en España, Colombia, Italia, India, Malawi y Honduras.
Estos días participa en la presentación de la nueva campaña de Manos Unidas centrada en denunciar las consecuencias que el cambio climático está teniendo sobre millones de personas a las que está castigando al hambre, a la pobreza y en muchos casos a desplazamientos forzosos a causa de la sequía o la contaminación de sus aguas.
La hermana Penamma nos cuenta los problemas por los que están pasando las capas de población más pobre del Sureste de la India, donde la falta de lluvia y el cambio climático están imposibilitando los cultivos tradicionales.
"En muchos pueblos, como no pueden cultivar como lo habían hecho siempre, la gente migra a las ciudades donde sobreviven en muy malas condiciones. Con la ayuda al desarrollo que nos llega desde España a través de Manos Unidas, tratamos de hacer pozos, enseñar a cultivar con menos agua o canalizando el agua para poderla reutilizar, pero cada vez es más difícil enfrentarse a estas nuevas condiciones climáticas que están cambiando las vidas de las personas, sobre todo de las más frágiles", relata.
La misionera habla con voz frágil pero firme sobre su experiencia con la población india más necesitada y cómo trabajan con aquellas personas más necesitadas. Originaria de aquel país lleva unos meses en España tratando de hacer comprender la situación de emergencia en la que viven millones de personas en la Índia sin acceso a agua potable o sin escuelas.
Un punto importante de su trabajo se centra en el empoderamiento de la mujer, que "va cambiando la situación, muchas mujeres están accediendo a los microcréditos con los que formar cooperativas y tratamos de ayudarlas con la educación de los niños y en la mejora de las condiciones de salud. Las mujeres son la clave para educar a la sociedad sobre cómo cambiar las costumbres sobre el uso de aguas residuales para que no contaminen los nuevos pozos".
Las alternativas agrícolas al cambio climático, a la falta de agua o su contaminación está provocando cambios radicales que no pueden resolverse con los métodos occidentales de hacer más profundo los pozos o usar fertilizantes químicos que acaban por destrozar la tierra.
"Tratamos de enseñar a usar abonos naturales y a cultivar semillas que no necesitan tanta agua, pero", nos asegura, "es muy complicado porque en muchos lugares ni siquiera disponen de ninguna maquinaria y se sigue cultivando con animales y se necesita mucha mano de obra, con lo que los niños tienen que ayudar con la agricultura. Por eso tratamos de incidir sobre todo en la educación de los niños, porque sólo educando a los más pequeños y empoderando a las mujeres podemos mejorar la sociedad".
Nos habla con cierta nostalgia de su trabajo en el Estado de Andhra Pradesh de la India, del que lleva alejada unos meses mientras recorre España presentando los resultados de las acciones desarrolladas por Manos Unidas. "Trabajé en un dispensario con poquísimos recursos para atender a los enfermos. Apenas teníamos instrumental ni medicamentos y los pacientes cada día eran más numerosos. Aquella fue la primera vez que colaboré con Manos Unidas que nos aportó fondos para mejor la sala en la que atendíamos a los pacientes".
Desde este dispensario, la hermana Pennamma pasó a trabajar con una congregación salesiana, también en Andhra Pradesh, allí "se acogían a niños de la calle que eran encontrados en las estaciones de trenes o autobuses. Tratamos de escolarizarlos y que tengan un hogar, pero nuestro comedor era tan pequeño y había tantos niños que tenían que comer por turnos. Conseguimos construir un nuevo comedor también con la ayuda llegada de España para que los casi cien niños acogidos tengan un comedor digno".
"Lo más preocupante ahora mismo es que millones de personas en la India carecen de seguro médico", nos cuenta la hermana Pennamma, "incluso, muchas de nosotras hemos tenido que salir de allí porque no se podía garantizar una condiciones sanitarias mínimas".
Cuenta que, aunque algunas empresas pagan el seguro médico de sus empleados, "la mayoría de las personas no tiene cobertura sanitaria y si caes enfermo tienes que tener mucho dinero ahorrado, y eso es imposible en un país donde la millones de personas tienen dificultades para sobrevivir".
Estas semanas, además de la preocupación por los problemas endémicos que atenazan a sus compatriotas, la hermana vive con la preocupación de que el coronavirus se extienda por la India donde hay grandes capas de población sin acceso a recursos sanitarios.
"El gobierno y la OMS tendrán que luchar rápido porque mucha población no tiene defensas y temo que puedan ser afectados muy rápidamente. Hablamos de millones de personas que viven en la pobreza sin ninguna cobertura sanitaria", insiste
"Comen con lo poco que ganan al día, no tienen ahorros ni reservas, cuando caen enfermos no tienen posibilidades de pagar una atención sanitaria digna. Aunque existen algunos hospitales públicos y algunos de ONGs no tenemos capacidad para poder atender a toda la población que pudiera caer enferma".