Con la llegada de las vacaciones escolares de verano se dispara la oferta de actividades dirigidas a niños y jóvenes que combinan formación, general o específica, y un componente lúdico con el que se busca que los alumnos disfruten aprendiendo.
La Escuela Municipal de Verano, que promueve el Ayuntamiento y está dirigida a niños de entre 3 y 12 años de edad, es uno de los recursos más demandados, al ofrecer hasta el 6 de septiembre la posibilidad de que los niños se apunten por semanas e incluso en días sueltos y tener los precios más económicos del mercado: 10 euros el día, 40 la semana, 60 la quincena, 100 el mes
Ubicada en los colegios de Fuente del Oro, San Fernando y Santa Teresa, sigue el mismo horario que la enseñanza reglada, lo que favorece la conciliación de la vida familiar y laboral de los padres, que pueden mantener el mismo ritmo que el resto del año. Y en cuanto a sus contenidos, son muy variados: desde repaso escolar hasta talleres formativos, excursiones a museos o a la piscina, actividades deportivas e idiomas.
Los más mayores, de entre 12 y 16 años, tienen por su parte otro recurso municipal, la Escuela de Verano Junior, en este caso con actividades como robótica, impresión 3D, vuelo de drones, edición de video, talleres de cocina o deporte. Los precios son aún más económicos, 25 euros la semana y 40 la quincena.
Cursos de piragüismo y de natación forman también parte de la oferta de verano del Ayuntamiento, aunque estas últimas clases han sufrido este verano un polémico recorte de en torno al 75 por ciento, reduciéndose solo a la primera quincena de julio y en horario de mañana.
A esta oferta municipal se une una gran variedad de actividades de todo tipo que garantizan que los niños puedan pasar un verano activo, en contacto con otros niños, jugando, aprendiendo.
PLANETA MOVIMIENTO
Entre las actividades de verano más originales que se ofrecen en la capital, hasta hace poco inéditas, está la llamada Escuela de Superhéroes que hasta el 30 de agosto organiza el colectivo Planeta en Movimiento en una nave de la calle Quinta.
Dirigidas a niños de entre 4 y 16 años de edad, combinan gimnasia rítmica, malabares, equilibrios, acrosport, circuito Ninja, circo, acrobacias y artes marciales.
Cada semana, a los alumnos se le proponen siete desafíos con el fin de que asuman retos y vayan progresando, como dar un número determinado de volteretas o adquirir agilidad en el salto.
Entre los aspectos más destacados, que deben interiorizar, es el de ser capaces de relacionar “el cuerpo y la mente”.
A las cinco horas de clase de la mañana, entre las 9:00 y las 14:00 horas, con matrículas que rondan los 75 euros la semana, hay que añadir unas clases intensivas de tarde, dos horas cada día de lunes a jueves, donde se profundiza en circo y acrobacias.
Entre los ejercicios que los alumnos practican está la acrobacia en suelo, que incluye habilidades como el tricking y la capoeira; las telas aéreas, el slack y trickline; el trampolín o la acrodanza.
Este colectivo organiza además talleres de circo en familia o breakdance los fines de semana.
El inglés, muy demandado, se combina con el ocio en muchas academias
Otra original propuesta es la de los campamentos de verano de FabLab, que se celebrarán las dos últimas semanas de julio y la primera y la última de agosto y están dirigidos a niños de 9 a 17 años, divididos en dos grupos de un máximo de diez participantes. Se trata de unos campamentos tecnológicos que siguen la metodología STEAM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) e introducen a los alumnos en el mundo “maker”, de aprender haciendo, llevándoles a desempeñar tareas como el uso de impresoras 3D, diseño 2D, el diseño de código abierto, elaboración de camisetas de serigrafía, vinilos personalizados o un robot.
Según apunta su promotora, Delia Millán, a través de las clases los niños desarrollan habilidades y ponen en práctica aspectos teóricos de Matemáticas como el teorema de Pitágoras con la fabricación de sus propios objetos. Se intenta asimismo despertar en ellos el interés por la ciencia y la tecnología, con lo que se desarrolla su competencia matemática y digital.
IDIOMAS
La formación más tipica del verano es no obstante el aprendizaje de idiomas, donde el inglés sigue siendo el más demandado. Junto a clases de recuperación, o para obtener un título, las hay que combinan aprendizaje y ocio, como el Campamento Urbano que organiza la academia Trivium. Las mañanas arrancan con clases de inglés pero, tras el recreo, se abren a la calle con visitas al Museo Abstracto o a una panadería para conocer cómo se hace el pan. Actividades como bicicleta y patines también tienen cabida, todo hablado en inglés.
Los amantes del fútbol tienen por su parte su espacio en el Campus Ciudad de Cuenca que organiza la Escuela de Fútbol Baby Cuenca en el campo de los Tiradores, por el que cada año pasan más de 300 participantes.
Y otro recurso de importante demanda es el club Nuevo Tenis Cuenca, con clases de tenis por edades en el complejo del Luis Ocaña y otras actividades como fútbol, baloncesto o colchonetas.
Campamentos
Además de las actividades diarias que se ofrecen en Cuenca, los más animados pueden irse unos días de campamento. La Diputación ofrece hasta 354 plazas para niños y niñas de entre 6 y 15 años de edad en el Albergue de Fuente de las Tablas, junto al embalse de La Toba, distribuidos en seis turnos entre el 25 de junio y el 20 de agosto.
La diversión de los niños es el objetivo principal, pero, también, que adquieran hábitos saludables, tanto en la práctica deportiva como en la alimentación, que conozcan y respeten el medio ambiente y convivan entre ellos.
Senderismo, tiro con arco, escalada, rutas en bicicleta, piragüismo o una senda botánica se combinan en un campamento que además sirve para que los niños adquieran cierta autonomía.